domingo, 12 de octubre de 2014

EL PROBLEMA DEL PERÚ

ECO ANDINO Revista de Cultura /  Lima, 26 de setiembre de 2014.

EL PROBLEMA DEL PERÚ ES DE GOBIERNO

El Perú tiene de todo, salvo alguna excepción, bosques, animales, minerales, petróleo, gas, riqueza hídrica y abundancia de recursos marinos, entre otros; esto nadie lo discute, pero entonces, ¿por qué no sale de su atraso? Ya vamos a cumplir doscientos años de vida republicana y seguimos siendo un país subdesarrollado, mientras que hay países que en mucho menor tiempo han salido de su condición de tercermundista. ¿Dónde está el problema? El problema está en el gobierno. El Perú no ha tenido hasta ahora un grupo humano que fuera capaz de articular un proyecto nacional y gobernar mirando hacia el Perú profundo, donde se encuentra la verdadera peruanidad, un grupo de hombres que administre los ingentes recursos que tiene haciendo posible su desarrollo y el bienestar de los peruanos.

Hagamos un poco de historia, cuando se inicia la República en 1821, el Perú no alcanzó una independencia plena, sólo dejó de depender de España, mientras que las viejas estructuras de dominación de las grandes mayorías quedaron intactas, los primeros gobernantes de la República no hicieron nada por el cambio. En 1836 – 39,  peruanos como Agustín Gamarra y Ramón Castilla, entre otros, se unieron al ejército chileno para poner fin al intento de formar la Confederación Perú Boliviana. En 1879, después de la Guerra con Chile, a causa de la traición de los propios peruanos, jefes y gobernantes, el Perú perdió Arica y Tarapacá, además del cuantioso robo de todo lo más valioso que teníamos, los gobiernos siguientes ¿por qué no pensaron en recuperar esos territorios peruanos hoy ocupados por Chile? Al contrario, en 1895, el traidor Nicolás de Piérola, con la ayuda de Chile, se sublevó contra el Héroe de la Resistencia Andrés Avelino Cáceres, se erigió presidente, el pueblo lo aceptó y se evitó el plebiscito que debía realizarse de acuerdo al nefasto Tratado de Ancón. En 1929, el gobierno de Augusto B. Leguía no tuvo la entereza de defender y recuperar por lo menos Arica; y en 1939 fue elegido presidente Manuel Prado Ugarteche, hijo del traidor Mariano Ignacio Prado que huyó del país en plena Guerra. Hasta aquí y aun hasta la década del 60 ningún gobierno hizo algo para revertir la situación del Perú.

En 1968, el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada presidido por el general Juan Velasco Alvarado inició una serie de reformas que pudieron haber favorecido al pueblo peruano, pero al poco tiempo fue traicionado por el golpe militar de Francisco Morales Bermúdez, con el beneplácito de Chile, con lo que vino el desmontaje de todo lo avanzado. A partir del 2001, el gobierno de Alejandro Toledo que debió de restituir la Constitución de 1979, procesar y condenar a cadena perpetua a Fujimori y Montesinos, apresar a todos los militares y civiles que colaboraron con el gobierno que robó y cometió delitos de lesa humanidad durante la década del 90, así como debió proscribir al partido y familiares de ese “gobernante” por lo menos unos veinte años, y cancelar todo lo malo que hicieron en esos diez años, Toledo, ni los siguientes presidentes, desgraciadamente, no hicieron nada de eso; y el 2006 volvió Alan García Pérez, a pesar de que su primer gobierno produjo la inflación más alta de la historia del Perú y que propició el surgimiento del fujimorato, sólo un pueblo desmemoriado pudo haberlo permitido, y ese segundo alanismo cómo terminó, en un escándalo mayúsculo de corrupción y los llamados narcoindultos. Y el gobierno de turno actual, parece que no gobernara el presidente Ollanta Humala, sino el poder fáctico constituido por los grandes empresarios y el ministro de Economía en medio de una corrupción escandalosa de la que no se salva ningún estamento del Estado y cada vez en aumento.

Los poderes legislativo y judicial por demás desprestigiados. Medidas a favor del pueblo, ninguna, salvo el programa de asistencialismo. El Congreso, cuyos integrantes dicen que son representantes del pueblo, no representan sino a los empresarios que financian sus campañas y luego se dedican a toda clase de fechorías, menos a legislar ni a favor del pueblo ni a fiscalizar los desmanes del poder ejecutivo, o si no veamos si hay alguna ley que favorezca a las comunidades campesinas y nativas, si hay alguna condena a las empresas que envenenan los ríos, los pastos y el medio ambiente, ejemplo el río Mantaro, o si se preocupan por aumentar el sueldo mínimo vital, nada de eso, pero sí dan leyes, a veces entre gallos y media noche, que favorecen más a las empresas transnacionales, que actúan sólo por sus intereses, para enriquecerse a costa de nuestros recursos naturales y del trabajo del pueblo.

Por eso decimos que el problema del Perú está en el gobierno. Cuando tengamos un gobierno que sea independiente y soberano, que mire más al Perú y menos a Estados Unidos y Europa y, lejos de la corrupción, piense en el bienestar de sus connacionales, como lo hacen todos los gobiernos del mundo, y administre honradamente sus cuantiosos recursos, entonces, y sólo entonces, podremos empezar a cambiar y trabajar por el desarrollo del Perú, de lo contrario, seguiremos igual y cada vez peor.   

CPP. Lope Yupanqui Callegari

  

sábado, 11 de octubre de 2014

"Día de la Dignidad Nacional"

 Eco Andino  Revista de Cultura                     Lima, 9 de Octubre de 2014.


Un país para salir del subdesarrollo
tiene que ser dueño de sus riquezas naturales y
controlar los servicios públicos básicos

El 3 y 9 del presente mes de Octubre se ha recordado el 46º aniversario del inicio del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada presidido por el Gral. Div. Juan Velasco Alvarado y la declaración del “Día de la Dignidad Nacional”, tras la recuperación en acto soberano de los yacimientos petroleros de Talara. 
            Conocida el “Acta de Talara” del 12 de agosto de 1968 la Universidad Nacional de Ingeniería “convocó a una Mesa Redonda sobre la llamada solución a la que tanto el Gobierno como la International Petroleum Company afirman haber arribado.” El Rector de la Universidad y los invitados, en total coincidencia acordaron, el 6 de setiembre del mismo año, dar a conocer al país un pronunciamiento que al día siguiente publicó el diario “El Comercio”, con el título: “Por una auténtica reivindicación de La Brea y Pariñas”, en el cual se decía: “La toma de posesión de los yacimientos de La Brea y Pariñas no constituye, por sí sola, reivindicación. Lo que en la ceremonia de Talara se ha devuelto al Estado no es, por ningún concepto, lo que se le usurpó, sino yacimientos enormemente empobrecidos por decenas de años de explotación. Es, pues, imprescindible reivindicar también el valor de los productos ilícitamente extraídos.”
            En seguida se declaraba: “El contrato del 12 de agosto último entre el Gobierno y la IPC es absolutamente nulo… El pago en especie y la condonación de deudas al Estado son actos anticonstitucionales y, por tanto, nulos.” Luego, se sentenciaba, patrióticamente: “Es requisito para superar el subdesarrollo, es decir el estado de dominación, que un país sea efectivamente dueño de sus riquezas naturales y controle los servicios públicos básicos, entre los que se cuenta la energía. El Estado que renuncia a este control y a esa propiedad cabal, menoscaba su soberanía y pone en peligro sus fronteras económicas y territoriales. Con esa renuncia se afecta también, el deber y la potestad de dirigir plenamente los destinos de la patria y se incumple la exigencia ética de cautelar el futuro de las nuevas generaciones. El dejar, pues, el control del petróleo a la IPC constituye un atentado contra la seguridad y el bienestar de la Nación.”
            El Arq. Santiago Agurto Calvo, Dr. Alfonso Benavides Correa, Ing. Germán T. Gutiérrez Vargas, Ing. Carlos Malpica S. S., Dr. Alfonso Montesinos Montesinos, Ing. Fernando Noriega Calmet, Ing. Arturo Osorio Blanco, Dr. Ezequiel Ramírez Novoa, Gral. Div. Alfredo Rodríguez Martínez, Dr. Alberto Ruiz Eldredge, Dr. Mario Villarán Rivera y Sr. Augusto Zimmermann Zavala, firmaban el histórico pronunciamiento.
            El 3 de Octubre de 1968 una Junta Militar depuso al Presidente Fernando Belaúnde Terry y se instauró el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada, y el 9 de Octubre siguiente, el Presidente de la República, Gral. Juan Velasco Alvarado, anunció al país: “Consecuente con los postulados de la Revolución y con la bandera de la Soberanía, Justicia y Dignidad Nacionales, izada al tope, el Gobierno Revolucionario anuncia al pueblo peruano, a los pueblos hermanos de América y del mundo entero, que el Perú ha dado el paso final para cerrar definitivamente y para siempre, el ignominioso capítulo de la historia de su petróleo… Culmina así el destino, que toda nación digna anhela en cumplimiento de uno de los más preciados dones de los pueblos: su Soberanía.”
            Así nació el “Día de la Dignidad Nacional”.

CPP. Lope Yupanqui Callegari                                       


El túnel Trasandino

¿Cuándo estará listo el Túnel Trasandino?

Estos últimos días hemos visto con asombro que la Carretera Central, desde La Oroya hasta San Mateo, ya no da más, los que utilizan esta ruta tienen que detener su marcha por largas horas o en su defecto avanzar muy lentamente, porque las lluvias de la temporada y los vehículos de carga pesada han hecho llegar a esta vía al colapso, urge entonces en el más breve plazo empezar la ejecución del Túnel Trasandino, porque se trata de una ruta que une la región central del país con la capital de la república, una importante zona que es la despensa de Lima.

El presidente de la región Pasco y coordinador de la gestión y ejecución del Túnel Trasandino, Kléver Meléndez Gamarra, declaró en entrevista publicada en el periódico “El Sol”, Huancayo, 24 de enero de 2012, que la ejecución de esta obra es apremiante. “Es inhumano –dijo- que centenares de transportistas y pasajeros tengan que pernoctar en las alturas de Ticlio, como lo ocurrido hace unos días.”

Preguntado por el entrevistador Saúl Cajahuanca, sobre los avances, dijo que se está elaborando el perfil técnico, luego se hará el estudio de factibilidad. El presidente Ollanta Humala tiene conocimiento que este proyecto es de prioridad e importancia nacional, estamos realizando los estudios y buscando el financiamiento, ya sea por inversión privada o pública. El tiempo de ejecución de la obra sería de dos años. Las distancias se acortarían significativamente: de Lima a La Oroya, dos horas; a Cerro de Pasco, 3.30 horas; a Huancayo, 4.15 horas; a Huancavelica, 5.45 horas.

El túnel tendrá una extensión de 31 kilómetros, teniendo su base en el sector de Río Blanco, entre los distritos de Chicla y San Mateo de Huánchor y culminará cerca de la balanza del MTC, en La Oroya. Será un túnel multimodal, esto es que no sólo servirá para el tránsito de vehículos, sino también se tenderá la línea férrea, además las aguas subterráneas serán captadas para beneficio de la región de la costa.

En cuanto al presupuesto se estima, dijo, una inversión de mil millones de nuevos soles, el presidente de la región Lima, Javier Alvarado, anunció apoyar con cinco millones de los trece millones que demandará el perfil y los estudios de factibilidad.

“… agradezco –manifestó Kléver Meléndez, en esa oportunidad-, la confianza de los 50 alcaldes integrantes de la Mancomunidad Municipal del Túnel Trasandino, quienes me nombraron coordinador de la gestión y ejecución del Túnel Trasandino, en ese sentido lo he asumido gustosamente, porque creo que haremos las gestiones al más alto nivel gracias a la amistad que me une con el presidente Ollanta Humala…”

Hay que recordarle entonces al presidente Ollanta Humala que la ejecución de esta obra es de suma urgencia, ya que el Túnel Trasandino ha sido considerado como de necesidad nacional y prioritaria por su importancia. Y no puede esperar, porque la carretera central ya colapsó.

Caso contrario, el gobierno central debe poner en operatividad alguna ruta alterna, por ejemplo la vía de penetración Lima-Cañete-Yauyos-Huancayo y de aquí a las demás ciudades del Centro del país. Esta vía es una alternativa a la carretera central por su distancia y menor altitud (4,600 m.s.n.m.), con respecto a Ticlio (4,818). En 1986 varios representantes de Lima y Junín presentaron en la Cámara de Diputados un proyecto de ley “para que se declare de necesidad pública la construcción de la carretera San Vicente de Cañete-Yauyos-Huancayo, por parte del gobierno central y las corporaciones de desarrollo de los mencionados departamentos.” Se decía también “que la habilitación de esta carretera cuenta con la opinión favorable del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, por intermedio de la oficina de desarrollo nacional del Ministerio de Guerra; del Instituto Nacional de Planificación; así como de los organismos particulares que disponen de recursos logísticos y técnicos para la ejecución de este proyecto.”

La construcción de esta carretera se inicia en 1920, cuando se da la Ley 4113 de Conscripción Vial, durante el gobierno de Augusto B. Leguía, y posteriormente continúan las juntas departamentales de obras públicas con la participación de las comunidades. Ahora se requiere que el Gobierno Central concluya esta vía, que en 1923 fue declarada por el Parlamento como “Carretera de Importancia Nacional la Vía de Penetración LIMA-CAÑETE-YAUYOS-HUANCAYO”.

En tiempos prehispánicos esta vía formaba parte del Qhapaq Ñan o Sistema Vial de los Incas que nacía en Cañete, lugar donde se encontraba la antigua fortaleza del Guarco y se prolongaba hacia Lunahuaná –entonces Incahuasi- y Yauyos para seguir hasta Jauja y de allí hacia Quito o empalmar con una troncal que iba al Cusco.

Ojalá, pues, que siendo política del Gobierno ejecutar las obras prioritarias, sobretodo  ahora que se avecina la renovación de los gobiernos regionales y que el proceso de regionalización toma nuevos bríos, sea resuelto de una vez por todas el problema de la Carretera Central.

Lima, 10 de setiembre de 2014.


CPP. Lope Yupanqui Callegari

lunes, 25 de agosto de 2014

La Batalla de Junín

190º Aniversario de la Batalla de Junín y Andrés Rázuri

Gracias a la gentil invitación del presidente del Club Pacasmayo, Ing. Rodolfo Quiroz Calderón, por intermedio del presidente del Club Departamental Junín, Ing. Luis Robles Recavarren, nos encontramos nuevamente en este hermoso local, después de cinco años, para celebrar un hecho histórico que hermana a dos pueblos, uno de la Costa, Pacasmayo, y el otro de la Sierra, Junín, el primero por ser la cuna del autor de la “genial desobediencia”, que decidió el triunfo de la batalla del 6 de agosto de 1824, y el segundo por haber sido el escenario de la contienda.

Recordemos que el Libertador Simón Bolívar llega al Perú procedente de Guayaquil en setiembre de 1823. Por esos años la situación del Perú era caótica. En lo político, Riva Agüero había sido apresado y desterrado bajo la acusación de tener tratos con los realistas para entregar el Perú a España, Torre Tagle se había asilado en el Callao luego de que fueran descubiertas sus negociaciones con José de Canterac para deshacerse de las tropas colombianas y de Bolívar. En lo militar, el Real Felipe del Callao, la fortaleza más importante del Pacífico sudamericano, había caído nuevamente en poder de los realistas por la traición del sargento Dámaso Moyano, quien acaudilló la sublevación de las tropas argentinas descontentas por falta de paga. El ejército peruano estaba disperso y desmoralizado por las derrotas de Torata y Moquegua.

El Perú ofrecía, pues, un cuadro patético de abandono y lúgubres perspectivas. En tal situación la presencia de Bolívar resultaba imprescindible, y desde que llega al Perú comprende que la guerra no está en Lima, sino en la Sierra, que la Sierra, y no la Costa, es el verdadero corazón del Perú; y tiene fe en el triunfo porque considera que el Perú no está agotado, ya que posee tres grandes elementos capaces de darle libertad y vida: un pueblo animado del más vehemente patriotismo, un ejército aliado de invictos y materiales para la guerra. Y así  comienza la organización de la Campaña Final, con una estrategia diferente a la de San Martín, preocupado en extremo por los más mínimos detalles, pensando talvez en aquella antigua presunción, como dice el coronel Abel Carrera Naranjo: “por un clavo se perdió una herradura, por una herradura un caballo, por un caballo un jinete, por un jinete una batalla y por una batalla un reino”.

Poniendo en juego su temperamento enérgico y previsor, Bolívar le dice a Sucre, Tome Ud. 5,000 reclutas para que le queden mil o dos mil; haga construir mucho equipo, muchas fornituras; cada pueblo, cada hombre sirve para alguna cosa; pongamos todo en acción para defender a este Perú hasta con los dientes. Y es preciso decirlo que todos los pueblos del Perú, desde mucho antes, contribuyeron y prepararon el terreno para la independencia. De las tropas peruanas dice el Libertador que estaban formadas por muy buena gente, aguerridos y lo mejor de todo es que pueden andar veinte leguas en un día como si nada. Tanto las tropas peruanas como las colombianas, gracias a los desvelos de Bolívar y subalternos inmediatos, obtuvieron niveles de alta preparación. Con razón decía el general Miller que concederle a Bolívar las facultades dictatoriales fue un acto de sabiduría. Haciendo uso de esas facultades dictatoriales le escribe a su ministro en Lima, Mosquera, lo siguiente: “Es preciso trabajar para que no se establezca nada en el país y el modo más seguro es dividirlos a todos. La medida adoptada por Sucre de nombrar a Torre Tagle, embarcando a Riva Agüero (…) es excelente. Es preciso que no exista ni simulacro de  Gobierno (…) para que yo pueda hacer en él lo que convenga”.

Por otro lado, la penuria que sufren los pueblos a causa de los abusos de los realistas, es atroz. La gente de Canterac, no satisfecha con arrebatarles sus bienes a los indefensos pobladores destruía lo que no se podían llevar. El Dr. José Benigno Peñaloza Jarrín cita en su libro “Huancayo: Historia, Familia y Región” algunas protestas de las comunidades sobre los oprobios de los españoles como, por ejemplo, las de Pagan, que dice: “No dejaron rabo de ganado en parte alguna y que incendiaron cuantos pueblos y haciendas por donde pasaban sin dejar ni las iglesias.”  Y las de Carreño, “Da compasión ver en las márgenes del río más de mil cabezas de ganado lanar degolladas por no haber podido conducirlos, sin otro fin más que de exterminio: los generales enemigos ya no han quedado para otra cosa que para saqueadores de templos y ladrones de ganado. Han quemado el pueblo de Paccha, Saco y Oroya.”

Los pobladores del valle del Mantaro, organizados en Partidas de Guerrillas, tenían como su principal arma el conocimiento del terreno y la táctica de las Galgas o desprendimiento de grandes piedras desde los cerros. La participación de las comunidades a través de guerrillas y montoneras fue un auxilio muy importante, que Bolívar las utilizó eficazmente, por ejemplo, le escribe a Sucre, anunciándole que “Hoy mismo salen para Tarma 200 hombres de guarnición, para que no se levante ese pueblo, a las órdenes de Peñalosa con buena gente de Junín”. En otra carta le dice: “Quiero que por lo menos, 1000 guerrilleros nos precedan y envuelvan al enemigo por todas partes, de todos modos tendremos fuerzas suficientes para abatir a esos godos.” Con las guerrillas Bolívar forma la base del Ejército de Avanzada, encomendándoles tareas difíciles de cumplir, como mantener el mayor espionaje sobre Jauja, Tarma y demás cantones del enemigo; dar parte de todo lo que sucede; y en particular a Peñalosa, para que haga economía y retire los ganados que no pueden ser tomados por el enemigo.

Bolívar ordena a todos los Comandantes de Guerrillas atacar por los flancos y espaldas del enemigo, tal como es el modo de hacer esta guerra de partidas,  particularmente a Fresco, Peñalosa y al que manda en Carhuamayo. A los de Huánuco, aprovisionarse de granos, papas, raíces y toda clase de pan y pastos para la manutención. Las partidas del ala derecha fueron puestas bajo las órdenes del Comandante General de Guerrillas José María Guzmán, quien había sido alcalde de la comunidad de Huaypacha, un asiento minero cercano a Yauli, sostuvo varios encuentros derrotando a los realistas, pero cansado de ver tanto abuso y robo de los españoles le escribió a San Martín haciéndole ver que si no se apresura en enviar el ejército a la Sierra “…aquellos infelices (los patriotas) verán el término de su desolación…”, San Martín le contestó y le envió con el padre Terreros cien tercerolas, veinticinco sables, cartuchos y municiones. Y en 1824 hizo huir a 400 enemigos de Casapalca, tomándoles una gran cantidad de objetos militares, por lo cual Bolívar le envió un oficio de felicitación; y las partidas del ala izquierda a órdenes del comandante José María Fresco y del capitán Cipriano Peñalosa. Una partida al mando de Otero se enfrentó en Pasco a una patrulla realista al mando del brigadier Juan Lóriga y le arrebató el botín del saqueo perpetrado, Lóriga se desquitó atacando a la población civil. Las partidas de Reyes se enfrentaron varias veces con el enemigo, los jefes de guerrillas que más destacaron fueron Cipriano Peñalosa y Nicolás Zárate.

La mujer peruana también estuvo presente en la guerra de la Independencia. Su participación fue de diversa manera. En el libro citado del Dr. Peñaloza, encontramos que en Sapallanga tomaron prisioneros a varios gallegos, muriendo uno degollado por una guerrillera. En Concepción tres mujeres reunieron una partida de guerrillas formada por hombres y mujeres y cortaron las amarras de sustentación del puente Balsas sobre el río Mantaro, para  impedir el paso del ejército realista al mando de Jerónimo Valdés. El general Sucre se vio precisado a recurrir a mujeres campesinas para organizar el servicio de “propios” o de mensajería. Y así hay muchas acciones protagonizadas  por mujeres, que no se conocen porque sus nombres no se han registrado, son muy raras las excepciones; por ejemplo, cuando San Martín en 1822 creó la Medalla de Vencedoras para premiar a todas las patricias que habían intervenido en las luchas por la Independencia, ordenó que las autoridades de los distintos lugares del Perú le remitieran los nombres de esas mujeres, del Centro del país sólo llegaron los nombres de las tres Toledo, sin duda porque el primero que dio la noticia de este hecho fue el general Álvarez de Arenales al enterarse cuando su expedición pasó por Concepción.

Con todo ese preparativo llegamos al 6 de Agosto de 1824, día de gloria en que se da la batalla de Junín. Al recordar este memorable hecho, es pertinente repetir la inmortal proclama del Libertador Simón Bolívar pronunciada en la localidad de Rancas, cerca de la pampa donde se libró la batalla:

¡Soldados! Vais a completar la obra más grande que el cielo ha encargado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud.

¡Soldados! Los enemigos que debéis destruir, se jactan de catorce años de triunfos: ellos, pues, serán dignos de medir sus armas con las vuestras, que han brillado en mil combates.

¡Soldados! El Perú, y la América toda, aguarda de vosotros la paz, hija de la victoria, y aun la Europa liberal os contempla con encanto: porque la libertad del Nuevo Mundo es la esperanza del universo.
¿La burlaréis? No!  no!  no!  Vosotros sois INVENCIBLES.

Las fuerzas patriotas tomaron la ruta de Conocancha, por la margen occidental del lago Junín, y cuando llegaban a las alturas de Chacamarca; la caballería realista, formada por 1,300 fogueados jinetes al mando de Canterac, marchaba hacia Tarma; entonces, el Libertador con la caballería patriota compuesta por 900 hombres al mando del general Necochea, resolvió adelantarse hasta la llanura donde se encontraba el enemigo, quien confiado en su superioridad numérica aceptó el desafío de presentar batalla en la pampa de Junín.

La batalla se libró sin fogonazos ni rugido de cañones, la confrontación fue entre hombres a caballo. Los realistas cargaban arrolladoramente sobre los patriotas, que retrocedían en desbande, el triunfo parecía inclinarse a favor de los realistas pero, gracias al cambio de la orden de retirada, la derrota se transformó en victoria. ¿Qué había sucedido? El escuadrón patriota Húsares del Perú, al mando del Teniente Coronel Isidro Suárez, no había intervenido en la batalla por haber estado al pie de un sector pantanoso. Entonces, el Teniente de Caballería José Andrés Rázuri fue enviado ante el General La Mar para pedir órdenes sobre lo que debían hacer en tan crítica situación. La orden fue: “Salvar su escuadrón como sea posible”, pero Rázuri, en su regreso a todo galope, cambió la orden por la siguiente: “Cargar con todos sus elementos”. Los Húsares del Perú entraron en acción y se produjo el milagro, la derrota se transformó en victoria. La lucha a sable y lanza, sin ningún disparo, había durado 45 minutos. Bolívar, enterado de la victoria fue verdaderamente grande y despojándose de su colombianismo, dijo: La caballería peruana es la que ha dado el triunfo ¡Viva el Perú! Al día siguiente en el pueblo de Reyes de Chinchaycocha, dio la orden de premiar al Regimiento de Caballería Húsares del Perú, dándole el nombre de Regimiento Húsares de Junín, y el 30 de octubre siguiente, Bolívar le dio a Junín el título de “Heroica Villa de Junín”. En homenaje a esta epopeya fue instaurado el “Día de la Caballería” del Ejército Peruano con Rázuri como su  Patrono.

José Andrés Rázuri Esteves

¿Quién es este soldado que al cambiar una orden, con una “genial desobediencia”, cambió el destino del Perú? El Teniente Ayudante Mayor Andrés Rázuri Esteves, natural de San Pedro de Lloc, La Libertad, había nacido el 28 de setiembre de 1791. Iniciado en los campamentos de Huaura, bajo las órdenes del general San Martín, trabajó muy cerca del entonces teniente coronel Ramón Castilla en la organización de los Húsares del Perú. Cuando San Martín necesitaba el apoyo de los patriotas del norte, encomendó esta delicada misión al sargento Rázuri, quien después vendió sus tierras para comprar caballos y armas, formando con un grupo de voluntarios una pequeña unidad de caballería a la que llamó “Dragones de Pacasmayo”, que luego se incorporó al regimiento Húsares del Perú, y después de proclamar la independencia de San Pedro, el 10 de enero de 1821, San Martín le otorgó el grado de Alférez de Caballería.

En Junín ostentaba el grado de Teniente otorgado por Bolívar en Pichincha. Era ya un soldado experimentado en los campos de batalla, pues había luchado, también,  por la independencia del Ecuador. Fue ascendido a Capitán por su acción distinguida en Ayacucho, a Mayor en los campos de batalla del Altiplano y el Alto Perú, y a Teniente Coronel en el teatro de operaciones del norte otorgado por el Mariscal La Mar, y ya en el retiro fue ascendido al grado de Coronel del Ejército Peruano por el Mariscal Ramón Castilla, cuando ejercía la Presidencia de la República. Indudablemente que su participación más notable fue en la batalla de Junín, siendo Teniente. Allí su extraordinaria inspiración, sustentada en el coraje y la honestidad profesional de un soldado hecho en la fragua de la guerra, logró que cambiara el curso de nuestra historia; sin embargo, poco se habla de este soldado ejemplar, se dice incluso que la orden que recibió la cambió por error cuando fue el protagonista principal de la batalla de Junín.
En 1925, se creó en la provincia de Trujillo el distrito de “Andrés Rázuri”, y en 1971, el General de División Juan Mendoza Rodríguez, siendo Presidente de la Comisión del Sesquicentenario de la Independencia Nacional dispuso que se erigiese un bello monumento ecuestre del Coronel Rázuri en la avenida principal de su tierra natal, desagraviando en parte la omisión de quienes tuvieron la obligación de ubicarlo en el sitial de nuestra historia que le corresponde. Murió el 4 de enero de 1883 y desde el 6 de agosto de 1953 sus restos reposan en el Panteón de los Próceres. Los últimos días de su vida vio con desagrado la presencia de los invasores chilenos, quienes lo conocían como héroe de la Independencia. Un día encargó a su hermano Casimiro para que cuando muriera lo enterrara inmediatamente para evitar que los “bandidos chilenos” le rindieran honores; y así fue, cuando al día siguiente de su muerte se presentaron los chilenos con el señalado propósito, ya había sido sepultado, no dando oportunidad a los chilenos hacer lo que para él sería una deshonra. Un dignísimo hombre hasta el último día de su vida. 

La contribución del Perú a la campaña final fue muy grande, Jorge Basadre nos recuerda del riguroso decreto de Bolívar del 26 de enero de 1824 que ordenaba el reclutamiento en las zonas que hoy forman los departamentos de Cajamarca, Amazonas, San Martín, Piura, Tumbes, La Libertad, Lambayeque y Huánuco, desde la edad de 12 a 40 años; de los remanentes del antiguo ejército rivaguerista que sirvieron en la división peruana de La Mar; los 2 mil hombres sacados de Jauja, Huancayo y Huancavelica por Santa Cruz y 3 mil hombres guerrilleros, esparcidos entre las provincias al norte de Lima, Huarochirí, Yauyos, Yauli, Jauja y Tarma.

El aporte económico fue también enorme, el 18 de febrero de 1824 Bolívar decretó una contribución general en los pueblos de la antigua intendencia de Trujillo para reunir 300,000 pesos para la caja militar y 100,000 pesos mensuales para los gastos del ejército libertador. El dinero de los cupos, pagados por las municipalidades, e impuestos sin contemplaciones, se unió al tesoro de las iglesias. Llegó a darse este mandato que Sucre cumplió en el territorio de su mando: “Tomar todas las alhajas de oro y plata de las iglesias para amonedarlas y destinarlas a los gastos de guerra; todas las piedras preciosas y cuanto tengan valor en las iglesias, sin dejar en ellas sino lo más indispensable para el culto”. Los curatos quedaron divididos en tres grupos para el pago de los cupos y el cura que no pagaba era reemplazado. En muchos lugares fueron vendidas propiedades del Estado y requisados los fondos de las comunidades y cofradías.

Las tropas tuvieron que ser vestidas y equipadas, Se puso en ejecución, como en los días de los Incas, una organización por regiones. Así, Lambayeque y Piura debían proporcionar calzado para la tropa; Huamachuco, vestidos y monturas; Trujillo, jabones, aceite, lienzos y tocuyos para camisas; Cajamarca, cordellate y bayetas para pantalones; Chota, Jaen y Chachapoyas, lana y cueros. Hojas de lata, jaulas de alambre, clavos de las sillas y otros objetos fueron reunidos para ser utilizados en el equipamiento del ejército. Los armeros, herradores y todos los demás artesanos llegaron a ser requisados para que trabajaran en maestranzas y talleres. Ganados, caballos, mulas, entraron también en los suministros. Así, pues, hombres, dinero, joyas, equipo, material de guerra peruanos dieron vida al ejército de la libertad y contribuyeron decisivamente a la victoria.

Ayacucho es la secuela de Junín, donde se selló definitivamente la Independencia americana; pero, lamentablemente, a pesar de tanto esfuerzo y sacrificio, la libertad quedó inconclusa, porque sólo se dejó de depender de España, mientras que las viejas estructuras de dominación de las grandes mayorías nacionales quedaron intactas y aún se mantienen. Y lo más sorprendente es constatar que en 193 años de vida republicana, la clase política y los sucesivos gobernantes no hayan sido capaces de formular un proyecto nacional que pueda romper con las ataduras y gobernar para alcanzar el desarrollo del país. Ojalá podamos entender, al más corto plazo, la urgente necesidad de unir nuestros sentimientos y voluntades para bien de todos los peruanos.

(Lima, 6 de Agosto del 2014).  

                                                                           CPP. Lope Yupanqui Callegari

                                                   Past Presidente del Club Departamental Junín

viernes, 25 de julio de 2014

Himno Pre Militar

Himno Pre Militar

Hoy de pie en el umbral del Futuro,
se alza el grito de la juventud:
¡Adelante, la Patria nos llama!
¡Antes, antes que todo el Perú!

Levantemos la insignia peruana
más arriba de la Cruz del Sur,
y su estela será en nuestros cielos
un camino de gloria y de luz.

Una voz, que es la voz de la Patria,
nos señala un destino común;
nuestro lema es un grito del alma:
¡Antes, antes que todo el Perú!


La Pre Militar ha sido creada para preparar y fomentar las fuerzas espirituales que forman
la base de la Defensa Nacional en todos sus frentes y que constituyen el fundamento capital del engrandecimiento de la Nación.”


(Cuánta falta nos hace)

Campaña electoral

Concepción y las ofertas electorales

Ahora que ha empezado la campaña electoral 2014 para elegir a los nuevos gobiernos regionales y municipales, de seguro escucharemos nuevamente una y mil promesas, porque como es costumbre en el Perú los candidatos van a ofrecer “el oro y el moro”, como dice el dicho, para que todo quede igual, el mejor ejemplo es el de nuestro gobernante. Pero circunscribiéndonos sólo a la provincia de Concepción recordemos algunas promesas de campañas anteriores para constatar si se han cumplido o no, si esas obras ofrecidas con tanto calor se han realizado y están al servicio de la colectividad o no.

El caballito de batalla de buena parte de las ofertas fue el turismo, considerado como una puerta hacia el progreso; en ese sentido se ofrecía, por ejemplo, habilitar los importantes atractivos turísticos de la ciudad, como el mirador de Tambo Álapa financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Crear un complejo recreacional con recursos naturales en las inmediaciones del riachuelo que forma la Batea de la Virgen. Mejorar las vías de acceso hacia el barrio Palo Seco para ser apreciado por turistas y constatar la belleza de sus parajes. Para dar realce al turismo conformaremos –decían- pequeñas y medianas empresas situadas en los distritos y anexos de Concepción donde explotarán al máximo la artesanía y recursos naturales propios de cada localidad. A propósito del rubro de turismo, en la revista que dirige Jesús León Gonzales, de marzo-mayo del 2014, vemos que “El Montacanasta envió 16 oficios con propuestas en turismo y medio ambiente y nunca obtuvo una respuesta”. ¿El área de Turismo de la Municipalidad Provincial no encontraría ni una propuesta válida para Concepción?

Se ofrecía también la construcción de un mercado mayorista en la zona de Paccha para la comercialización de productos agrícolas, ganaderos y artesanales de toda la provincia y zonas vecinas. Remodelar y ampliar la infraestructura del camal municipal. Apertura de un mercado de animales. Construcción de minicomplejos y 35 lozas deportivas. Construcción de una concha acústica en el barrio de Matinchara. Construcción de un centro recreacional con piscina temperada bajo techo en la Batea de la Virgen. Construcción del museo de sitio en el barrio de Huatacancha como parte del circuito turístico de la provincia. Reactivación del campo ferial ganadero del Centro. Creación de la universidad tecnológica de Concepción. Construcción del complejo ecoturístico, deportivo, cultural y comercial de la Huaycha. Construcción de infraestructura hotelera, áreas verdes y crianza de animales menores. Construcción de un coliseo cerrado de uso múltiple: deportes, eventos culturales y sociales; entre otras. 

En el diario “Correo” del 13 de enero del 2007 se anunció que el “MEF financiará filial de Biblioteca Nacional” en terreno donado por la ciudadana filantrópica Carmen Amaya Castro quien, según la misma nota, “otorgó el título del predio a favor de dicha institución, representada por su director, doctor Hugo Neyra Samanez.” La entrega fue en presencia del presidente regional, Vladimiro Huaroc Portocarrero, y del alcalde de Concepción, Oscar Berríos Fuentes. Neyra Samanez dijo que este valle tendrá una buena biblioteca, Concepción será la primera sede descentralizada de la Biblioteca Nacional del Perú. Luego de la ceremonia “la comitiva se trasladó al predio denominado “Primavera” ubicado en el sector de Santo Domingo, distrito de 9 de Julio, donde se colocó la primera piedra.” Las autoridades y el pueblo concepcionino deben apreciar y reconocer el gesto generoso de la educadora Carmen Amaya de donar su casa de Santo Domingo para que allí funcione una filial de la Biblioteca Nacional. El desprendimiento de un bien en beneficio de la cultura de su pueblo es la cabal demostración del cariño a la tierra y un gran ejemplo de una dama, escritora y poeta por añadidura. De este importante acto han pasado más de siete años no sabemos, en verdad, la calidad de los servicios que esté prestando.   

Así como las ofertas electorales señaladas hay muchísimas más, promesas que probablemente algunas han sido cumplidas en forma parcial o total pero la gran mayoría no, y para no continuar con lo que vamos a seguir escuchando, nos remitimos a la revista “Montacanasta” para resumir el “Perfil que debe poseer el futuro alcalde de Concepción”, publicado en su edición de julio-setiembre del 2010, perfil que es válido para toda autoridad elegida:
^ Debe ser un hombre probo dentro de la escala de valores y morales, es decir practicar la honradez, veracidad, puntualidad, tolerancia, gratitud, generosidad, entre otros.
^ Debe tener claro que ser alcalde es ser el primer servidor de su camuna, que el cargo de alcalde es un cargo de servicio, no una fuente de enriquecimiento.
^ Debe poseer un concepto global de la problemática de la provincia, como producto de un diagnóstico situacional, para que su gestión sea integradora.
^Que tenga capacidad de sinergia para conseguir ventajas del trabajo asociado (pueblo y autoridades). La sinergia es la suma de energías individuales que se multiplican progresivamente, reflejándose sobre la totalidad del grupo.
^ Debe ser creativo, tener iniciativa, es decir que su gestión se caracterice por ser novedosa en bien del desarrollo de la provincia, no ser más de lo mismo.
^ Debe tener una hoja de vida limpia, exenta de toda actividad delictiva, no debe haber ni el más leve indicio de corrupción.
^ Debe ser ejemplo para la ciudadanía y las futuras generaciones, modelo de persona en quien admirar su éxito profesional, empresarial, artístico, intelectual, deportivo, etc., logrados con honradez y decencia.
^ Debe tener cultura, conocer la historia, la geografía y toda la realidad de la provincia y del departamento para, no sólo cuidar y proteger el patrimonio cultural legado por nuestros antepasados sino, también dar consejos sabios, dignos de una autoridad, de un guía.

Si el Jurado Nacional Electoral tuviera en cuenta este perfil y otras virtudes y requisitos de los candidatos no estaríamos envueltos en tanta corrupción, desde las más altas esferas del poder hasta los órganos más pequeños de la sociedad. Pero como la esperanza es lo último que se pierde debemos confiar en que algún día se impondrá la justicia en el Perú.
    
Lima, 16 de julio de 2014.


CPP. Lope Yupanqui Callegari

viernes, 27 de junio de 2014

Del Congreso de Folklore de Huánuco

XXII CONGRESO NACIONAL Y XI CONGRESO INERNACIONAL DE FOLKLORE “ROSA ELVIRA FIGUEROA NÚÑEZ”
Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco

Los Santuarios Religiosos Prehispánicos
de Matahuasi y la Danza de los Auquines

Ponencia sustentada por el CPP. Lope Yupanqui Callegari

Introducción:
El 07 de agosto del 2006, el Instituto Nacional de Cultura resolvió “Declarar Patrimonio Cultural de la Nación a la “Danza de los Auquines” de Matahuasi, Yanamuclo y Maravilca” con su respectiva música. Este reconocimiento ha servido para que personas conocedoras de folklore se interesen por conocer más acerca de esta danza que, en realidad, tiene muy poca difusión.

Ubicación de Matahuasi:
Croquis del distrito de Matahuasi con los 3 santuarios religiosos prehispánicos:
Matahuasi, Markawillka y Huánchar.
 




Matahuasi es un distrito de la provincia de Concepción, departamento de  Junín, ubicado en la margen izquierda del valle del Mantaro, al centro entre las ciudades de Jauja y Huancayo. A 3200 msnm, dista de Lima 280 Km. de donde se llega por carretera, ferrocarril y por vía aérea hasta el aeropuerto de Jauja. De Matahuasi parte el desvío de la Carretera Central hacia el convento de Ocopa. El pueblo ofrece excelentes condiciones para hacer turismo, sobre todo el turismo vivencial.
Su suelo está bañado por tres ríos: el Mantaro, el Achamayo y el río Seco, además de la torrentera de la Lloclla, los manantiales de San Juan de Yanamuclo y el Hondovado y una laguna. El microclima que posee favorece la producción en forma natural del níspero, extraño fruto que abunda en plena sequía del verano serrano, por esta peculiaridad se ha ganado el título de “Villa de los Nísperos”, y por su actividad agropecuaria es la “Capital Lechera y Ganadera del Valle del Mantaro”.
En tiempos prehispánicos Matahuasi se desarrolló en una parte alta, en el cerro de Huamanhuaca, a tres kilómetros del río Achamayo, donde los españoles fundaron el Matahuasi actual con el nombre de La Asunción de Matahuasi. La configuración de las viviendas de piedra y barro de forma circular, unidas o pegadas unas de otras, que se observan en los restos arqueológicos existentes habrían dado origen al nombre de Matahuasi. Las ruinas situadas en el cerro de Huamanhuaca, a una altura de cero a 250 metros sobre el nivel de las líneas del ferrocarril central, ocupan un área aproximada de un Km. de largo por 150 metros en promedio de ancho.
   
Etimología:
El nombre de Matahuasi deriva del quechua, MATA, que significa unido, junto, pegado; y HUASI, casa. Lo que viene a ser en castellano Casas Unidas, Pegadas o Juntas, características que se encuentran en Huamanhuaca, el lugar que ocupó el Matahuasi prehispánico.

Descripción de los templos religiosos prehispánicos de Matahuasi:
Los cronistas y extirpadores de idolatrías mencionan a Matahuasi como un centro religioso importante en el área de Lurinhuanca. Esta es la parcialidad central entre las tres en que dividieron los Incas al valle del Huancamayo (hoy Mantaro), al norte quedaba la parcialidad de Hatunxauxa y al sur, Hananhuanca. En el templo más importante que nosotros creemos que fue Huamanhuaca, es decir, el pueblo de Matahuasi prehispánico, existía un adoratorio a la divinidad Huanca que era el dios Huallallo Carhuancho.
Además, existían santuarios menores dedicados a otras divinidades de la región; estos santuarios habrían sido Markawillka y Huánchar. El extirpador de idolatrías Santiago de Albornoz, que recorrió toda esta zona, ubicó las principales Huacas de los Xauxa-Huancas, entre ellas la Huaca Zuni que se encuentra en un cerro muy grande, que podría haberse referido a  Huamanhuaca, en donde existía un templo principal dedicado a Huallallo Carhuancho, como se ha dicho.
Muy cerca, en el área de Matahuasi, se hallaba Markawillka, el Tambo más importante de la zona, que también lo mencionan los cronistas, Cieza escribe Maricabilca y Garcilaso, Marcauilca.

Huamanhuaca .
Se trata de un sitio arqueológico de aproximadamente un kilómetro de largo de Este a Oeste por 150 metros en promedio de ancho, ubicado en la cima del cerro del mismo nombre, cuya altitud no pasa de 250 metros sobre el nivel de las líneas del ferrocarril central. En el Mapa del Reino Huanca de Waldemar Espinoza (“Los Huancas, Aliados de la Conquista”, en ANALES CIENTÍFICOS DE LA UNIVERSIDAD DEL CENTRO DEL PERÚ, p. 42) se observa claramente que Matahuasi está señalado como centro poblado en el cerro Huamanhuaca, más al norte está Apata, hacia el sureste Huánchar y hacia el suroeste Markawillka, y en el lugar que actualmente ocupa Matahuasi está vacío, lo que confirma que el pueblo prehispánico de Matahuasi se desarrolló en el cerro de Huamanhuaca, el significado del término Matahuasi sintoniza con su configuración urbanística que aún están visibles en las pircas de piedra unidas con barro de las viviendas de forma circular pegadas o unidas unas de otras, hay entre los muros unas columnas especie de torreones y espacios pequeños y medianos, que habrían tenido sus respectivas funciones, tal configuración dio origen al nombre de Matahuasi. 
HUAMAN significa halcón o águila y HUACA, sagrado, lo que viene a ser “el altar o templo de los halcones”. Los españoles fundaron el pueblo actual de Matahuasi en la parte plana, a orillas del río Achamayo, distante a tres kilómetros hacia el sur, y le pusieron el nombre de La Asunción de Matahuasi.






Markawillka o Maravilca
Situado a dos kilómetros al suroeste de Huamanhuaca, MARKA, quiere decir lugar o pueblo; WILLKA, sagrado, sinónimo de Waca, o sea Lugar Sagrado, otro templo religioso prehispánico. Ya hemos dicho que cuando los Incas sometieron a los Huancas, dividieron la región del Huancamayu (río de los huancas), Jatunmayu (río grande) o Angoyacu (río Bravo), hoy llamado Valle del Mantaro, en tres parcialidades: al norte Hatunxauxa, al centro Lurinhuanca y al sur Hananhuanca. El área de Matahuasi quedaba al centro, en la saya de Lurinhuanca, cuyo centro principal, según los cronistas mencionados, era Markawillka, donde había un adoratorio. Aquí construyeron los Incas un Tambo, el Tambo de Markawillka, y por allí hicieron pasar el Qhapaqñán, la Red Vial de los Incas, Camino principal que corría por la sierra desde el Cusco hasta Quito, por esta zona paralelamente al río Huancamayu. Aquí, precisamente en este Tambo, en una ocasión, el curaca Apo Manco Guacrapaucar demostró sabiamente ante los ojos del cronista Pedro Cieza de León, con el uso del quipu, la relación completa de guerreros, productos y demás bienes dados a Francisco Pizarro desde 1532, apoyo con el cual  lograron la caída del Tawantinsuyo. Waldemar Espinoza cita la narración que este cronista hace del siguiente modo: “Yo estaba incrédulo de esta cuenta, y aunque lo oía afirmar y tratar, tenía lo más dello por fábula; y estando en la provincia de Xauxa, en lo que llaman Marcavillca, rogué al señor Guacarapora (sic) que me hiciese entender la cuenta dicha de tal manera que yo me satisficiese a mi mismo, para estar cierto que era fiel y verdadera. Y luego mandó a sus criados que fuesen por los quipos, y como este señor sea de buen entendimiento y razón para ser indio, con mucho reposo satisfizo a mi demanda. Y me dijo, que para que mejor lo entendiese, que notase que todo lo que por su parte había dado a los españoles desde que entró el gobernador don Francisco Pizarro en el valle, estaba allí sin faltar nada. Y así vi la cuenta del oro, plata, ropa que habían dado, con todo el maíz, ganado y otras cosas, que en verdad yo quedé espantado dello.” (Ob. Cit., p 32). Los españoles pronunciaron Maravilca y así se quedó hasta ahora. 




Huánchar
Huánchar es el tercer santuario religioso prehispánico de esta zona, ubicado a sólo dos y medio kilómetros al Este del actual Matahuasi, hizo noticia hace algunos años cuando “Una comisión del Instituto Nacional de Cultura, filial de Junín, dirigida por el arqueólogo David Motta Pérez, anunció el descubrimiento de una ciudadela en el anexo de Huánchar”, según dio cuenta el diario “El Comercio” de Lima, del 20 de abril de 1992. “Se trata de una ciudadela prehispánica de un kilómetro de largo por 400 metros de ancho, con un centenar de construcciones de corte circular y cuadrangular, correspondientes al máximo apogeo de los wankas”.
“Según declaró el arqueólogo David Motta Pérez, el patrón urbanístico de la ciudadela se ubica en un lecho morrénico (montón de piedras) al este de la población de Huánchar. Las construcciones son cuadrangulares y circulares y el patrón arquitectónico es el mismo que tuvieron los huancas, entre 1100 y 1400 de nuestra era, denominado “máximo apogeo”, época en que se sistematizó la sociedad de los wankas en la hoya hidrográfica del río Mantaro, lo más admirable, dice David Motta, es la dimensión de una estructura de planta circular, cuyo diámetro mide ocho metros, que debió tener funciones de defensa y control”.
El nombre de Huánchar proviene del vocablo WANCHASH, que en el idioma huanca significa “variedad de batracio”. Probablemente por entonces abundaba en esta zona el batracio sapo.

Lope Yupanqui disertando su tema.
 



Desayunando en el hotel Garu: el Dr. Simeón Orellana, al centro, el Dr. Teófilo Altamirano, a la derecha, y el CPP. Lope Yupanqui.
 

Vinculación de los templos religiosos prehispánicos de Matahuasi con la danza de los Auquines:
Como en toda ceremonia religiosa en el período prehispánico, como también sucede ahora, existían danzas y bailes sagrados. Nosotros planteamos que la danza de los Auquines o al Auquín, que era un ser sagrado, estaba vinculada a las ceremonias sagradas que se realizaban en los templos prehispánicos mencionados.
Estamos investigando en el Archivo Arzobispal de Lima la documentación sobre parroquias y doctrinas de indios y la vida eclesiástica del Perú colonial para encontrar más luces sobre el asunto.

Breve descripción de la danza de los Auquines
Esta danza tiene un origen milenario, probablemente apareció junto con las ceremonias religiosas prehispánicas, representando el modus vivendi de aquellas poblaciones primitivas y nómades que vivían de la caza, la pesca y la recolección de frutos, y como una forma de expresar su alegría después de una buena jornada de caza o, quizás, luego del éxito frente a un eventual enemigo, que podría ser una tribu vecina. Por entonces, la convivencia de los hombres era endogámica, es decir, las relaciones sexuales se practicaban entre miembros de la misma tribu o étnia y se imponía el matriarcado. Después vendría el intercambio entre vecinos mediante el trueque y la exogamia, condiciones necesarias para el desarrollo.
El nombre de Auquines deriva del quechua AUKI, que significa Infante, título que se daba a los príncipes de la casa real durante su juventud. También se daba este título a los cerros o nevados de menor importancia, después de los Apus. Los danzantes eran, por lo tanto, jóvenes escogidos por su juventud y aptitud para la guerra, la caza y toda acción que requiriese habilidades especiales. Después de los ritos religiosos estos jóvenes estaban preparados para afrontar toda clase de peligros, incluso para la guerra entre tribus vecinas, por eso se la considera danza guerrera y de caza, y en sus horas de descanso expresaban su alegría danzando al compás del pito y la tinya.  
Hasta ahora se sabe que esta danza se baila sólo en el pueblo de Matahuasi y sus anexos de Yanamuclo y Maravilca, ubicados a orillas del río Grande o Wankamayu, hoy Mantaro. Yanamuclo es actualmente un centro poblado y Maravilca es el nombre de Markawillka simplificado por los españoles.
Por esos lejanos años las tribus de la región Huanca vivían en medio de continuas guerras; en Matahuasi, entonces, los Auquines para ir a la guerra y defender a su etnia se vestían de viejos para aparentar y así engañar a sus rivales, vestirse de awquish o auquines y de chakuarsh o chacuanas era un ardid, porque todos eran jóvenes varones.

La vestimenta:
Los Auquines llevan en la cabeza un virrete y un objeto de paja en forma cónica que termina en un mechón, útil para la caza en lagunas y matorrales.
Una máscara de piel de llama o carnero con lana y narices largas dando la apariencia de viejos, para engañar, porque lo de viejo es un ardid..
En la espalda llevan unos pellejos que les cuelgan hasta las rodillas, para dar la impresión de ser temibles carnívoros, pero también les servían para dormir.
Usan camisas de lana blanca con mangas tejidas de lana multicolores.
Pantalones cortos o watrilas de bayeta de color negro, con medias de lana de color blanco y llanquis con abundante lana.
En las manos llevan el liwi y el contorneado palo, lloque o rejón, armas de ataque y defensa de nuestros antepasados.
Por último, cada auquín es un museo andante, porque cargan aves y animales disecados, simulando llevar el producto de la caza.

Las Chacuanas usan en la cabeza sombrero o chuco de lana de color oscuro adornado con hierbas y flores.
Máscaras de cuero también con narices largas deformando la cara.
El cuerpo cubierto por un cotón de bayeta negra con faja y mangas tejidas de lana multicolores.
En la espalda llevan una manta pullucata y en los pies ojotas o llanquis.
Y en las manos llevan la puchca, simbolizando la tarea femenina del hilado.
Una de las chacuanas carga un kipe con el fiambre o shacteo.
Todos los ejecutantes, auquines y chacuanas, son varones jóvenes, porque la danza por ser belicosa requiere de mucha agilidad y destrezas.




La coreografía
Antiguamente la representación era con una sola chacuana y varios auquines, en la actualidad la danza se ejecuta formando varias parejas, al compás del pito y la tinya, instrumentos nativos. Los principales pasos son los siguientes:
  1. La entrada, es el paso que emplean para trasladarse de un lugar a otro y al inicio de la coreografía, con movimientos rítmicos dando saltos y cabriolas, haciendo una serie de escaramuzas.
  2. La pasada de manos, las parejas frente a frente giran en trono a ellas cogiéndose las manos. Simboliza el momento en que se encuentran y se saludan.
  3. La peinada, las parejas formando columnas, al mismo tiempo se cambian de lugar colocándose frente a frente. Simboliza el momento en que se avisan de lo que sucede en su alrededor, por la presencia del enemigo o la presa de caza.
  4. La estrella o cruzada, los danzantes de los extremos, es decir el primer auquín con la última chacuana y así sucesivamente, saltando rítmicamente se cruzan y se juntan al centro del grupo y demuestran sus destrezas. Significa el momento en que se comunican mediante señas sobre el objetivo que persiguen.
  5. La culebra, la columna de auquines en zigzag va bordeando una por una a las chacuanas. Es el momento en que se preparan para decidir lo que van hacer en el siguiente paso.
  6. La montonada, en este paso cambia el ritmo de la música, es talvez la escena más importante de la coreografía, en la cual se juntan los danzantes formando un círculo para tomar las decisiones que convengan al interés común, aquí se produce una especie de diálogo, cuando una chacuana, personaje que comanda el grupo, da las órdenes cantando en quechua, y un auquín contesta de igual manera, aceptando cumplir con la orden. Esta escena parece evocar aquellas asambleas populares de nuestros antepasados, que todavía se conserva en las comunidades andinas, en las que practicando la democracia directa y entre cánticos y bailes acordaban lo que debían hacer por interés y beneficio comunes. 
  7. La fuga o remate, en este momento cambia el ritmo musical más ágil y movido, es cuando el grupo de danzantes se desborda en alegría y cada uno salta y brinca demostrando al máximo sus destrezas, incluso alternan situaciones de júbilo con el público. Las chacuanas son los personajes más pícaros, quienes al frente de su pareja hacen quites y piruetas y distintas pruebas de agilidad que los auquines tienen que imitar, produciendo la admiración y jocosidad del espectador. Simboliza la manifestación de alegría por el éxito en el cumplimiento de la orden dada en el paso anterior. La danza por tener carácter belicoso, imita ciertas actitudes de mofa, contrapunteo y simulacros de caza o combate pero, sobre todo, es una demostración de agilidad y destrezas.
  8. El saludo, es la manifestación de respeto entre ellos y con el público. El saludo se hace al ingresar y al final como despedida.
  9. El shacteo, es el momento del convite, los danzantes invitan la comida y las bebidas del kipe que carga una chacuana, haciendo participar de la alegría a todo el pueblo.   

La música:
La música de la danza de los Auquines es la melodía del pito y la tinya, ambos instrumentos nativos. El pito o pincullo es un instrumento de viento en forma de tubo con agujeros, especie de flauta hecha de caña.
La tinya es un instrumento de percusión como un tambor pequeño o tamboril.
La música que invita a bailar dando saltos, tiene tres tonadas diferentes o tres cambios de ritmo bien marcados:
1) Durante la entrada hasta el paso de la culebra.
2) Otro ritmo durante la montonada.
3) Un ritmo más ágil y movido para la fuga o remate.
Es importante anotar la singularidad de los Auquines, que desde épocas tribales bailan al compás del pito y la tinya, y actualmente siguen danzando con el pito y la tinya, no se ha adulterado, felizmente.
Explicar esta peculiaridad corresponde a los especialistas.

Conclusiones:
1.- La danza de los Auquines como danza ceremonial del santuario religioso prehispánico de Matahuasi nos induce a pensar que se trataría de la primera expresión coreográfica del hombre andino y que su representación nos daría a entender la forma en que vivieron los primeros pobladores de la región de los Wancas y Xauxas.
2.- La energía de los pasos en la ejecución de la danza demostraría el dominio del hombre sobre la naturaleza y el triunfo en la guerra.
3.- El uso de la vestimenta como ardid para aparentar ser viejos explicaría la astucia y sabiduría que encierra la experiencia de los mayores.
4.- La danza de los Auquines evocaría también el trabajo comunitario, de cooperación y solidaridad, base del espíritu colectivista de nuestros antepasados.

Huánuco, 21 de junio del 2012.                           CPP. Lope Yupanqui Callegari