sábado, 6 de agosto de 2011

187º Aniversario de la batalla de Junín



Mensaje



del Club Departamental Junín



con motivo del 187º Aniversario



de la Victoria de Junín

A nombre del Club Departamental Junín, permítanme saludar a las autoridades y pueblo de la “Heroica Villa de Junín”, al conmemorarse el 187º Aniversario de la inmortal epopeya del 6 de agosto de 1824. Nuestra joven institución, se inclina reverente ante aquellos hombres, ínclitos guerreros, que dieron la batalla definitiva que el Perú y América esperaban para independizarse del yugo español, que amenazaba con recobrar sus dominios.

El Club Departamental Junín, fundado en Lima, el 2 de marzo del 2007, con la finalidad de integrar a los juninenses de las nueve provincias y 123 distritos del Departamento y difundir su acervo cultural, histórico, geográfico, económico, turístico, gastronómico, social, etc., particularmente de los pueblos más alejados y olvidados, contribuyendo de acuerdo con su Estatuto y la Ley de clubes departamentales, provinciales y distritales Nº 29363, con el desarrollo integral de la Región.

Nuestra institución ha fijado la fecha del 6 de agosto como su principal efemérides para rendir homenaje a los vencedores de la batalla de Junín y por eso es que hoy participamos por segundo año consecutivo con nuestra presencia en el mismo escenario de los hechos, la pampa de Chacamarca, donde se inmortalizó el Regimiento de Caballería Húsares del Perú y desde entonces Regimiento de Caballería Húsares de Junín.

Recordemos que en 1823 y 1824 la situación del Perú en lo político y en lo militar era caótica, por aquellos años el país ofrecía un cuadro patético de vacilación, deserciones, traiciones, discordias intestinas, abandono y lúgubres perspectivas. En tal situación, el Libertador Simón Bolívar desde que llega al Perú piensa que la guerra de la independencia está en la Sierra y no en Lima, y nunca duda del triunfo, porque estando en Pativilca, aún enfermo, a la pregunta del ministro Mosquera ¿Qué piensa Ud. hacer ahora? Él responde: “¡Triunfar!”. Es que para el Libertador, el Perú no está agotado; posee tres grandes elementos capaces de darle libertad y vida: un pueblo animado del más vehemente patriotismo, un ejército de invictos aliados y materiales para la guerra; es decir, Bolívar reconoce que el Perú guarda virtualidades capaces de hacer el milagro de la victoria y lo confirma cuando le dice a Sucre: “Cada vez que pienso… que no faltan materiales en el país y que el pueblo es patriota y se está perdiendo por falta de gobierno, me desespero y me animo a tomar un partido decisivo”.

Y comienza la campaña decisiva, poniendo en juego su temperamento enérgico y ejecutivo. Tome Ud. –le dice a Sucre- 5,000 reclutas para que le queden mil o dos mil; haga Ud. construir mucho equipo, muchas fornituras en toda la extensión del departamento; cada pueblo, cada hombre, sirve para alguna cosa; pongamos todo en acción para defender a este Perú hasta con los dientes. Y es preciso decirlo que todos los pueblos del Perú, desde mucho antes, contribuyeron con la independencia, y de esa participación anónima pero real da testimonio el propio Bolívar. El porcentaje de tropas peruanas en el Ejército Unido no era poco y la calidad de esas tropas era envidiable. De las tropas peruanas dice Bolívar que estaban formadas por muy buena gente, aguerridos y lo mejor de todo es que pueden andar veinte leguas en un día como si nada.

La preocupación obsesiva de Bolívar por tener un ejército eficiente, dispuesto a duras campañas en la accidentada topografía de nuestra Sierra, dio sus frutos. Tanto las tropas peruanas como las fuerzas colombianas obtuvieron, gracias a los desvelos de Bolívar y subalternos inmediatos, niveles de alta preparación. Con razón decía el general Miller que concederle a Bolívar las facultades dictatoriales fue un acto de sabiduría.

Por otro lado, los montoneros de la región de Chinchaycocha o de Reyes, cuyos habitantes han sido de los más obstinados y animosos contra los realistas, formaban una especie de cuerpo de vanguardia. La mujer peruana tampoco estuvo ausente en la guerra. El general Sucre se vio precisado a recurrir a mujeres campesinas para organizar el servicio de “propios” o de mensajería.

Y llegado el 6 de agosto de 1824, aquí se dio la batalla decisiva. El choque de ambas caballerías fue espantoso y desalentador para los patriotas, quienes comenzaron a abandonar en desorden el campo de batalla. Necochea fue arrollado y tomado prisionero. Los realistas empeñados en la persecución sólo pensaban en dar alcance a los que fugaban, hasta que el regimiento Húsares del Perú, al mando del Tte. Crl. Isidro Suárez, que había quedado en espera de entrar a la batalla cuando fuera necesario, entró en acción. El Teniente de Caballería José Andrés Rázuri Esteves tuvo la audacia de cambiar la orden y generar la victoria. La Mar ordenó a Rázuri comunicar a Suárez la orden de retirada, pero Rázuri al llegar ante su jefe, le dijo: “Mi coronel es el momento de atacar”. Así fue que la derrota se convirtió en victoria. Necochea fue rescatado y triunfaron los Húsares del Perú, sellando así la victoria más grande y definitiva de toda la guerra de la independencia del Perú y Sudamérica. Aquí fueron derrotados los realistas moral y materialmente.

El Libertador Bolívar, enterado de la victoria, fue verdaderamente grande y despojándose de su colombianismo, dijo: La caballería peruana es la que ha dado el triunfo. ¡Viva el Perú! Al día siguiente, en el pueblo de Reyes de Chinchaycocha, dio la Orden de premiar al Regimiento de Caballería Húsares del Perú, dándole el nombre del campo de batalla, llamándose en adelante Regimiento de Caballería Húsares de Junín. Y el 30 de octubre del mismo año Bolívar le dio a Junín el título de “Heroica Villa de Junín”.

Sesión Solemne

Luego de la ceremonia, en la sesión solemne, el comisionado Carlos Maldonado Núñez, a nombre del Presidente del Club Departamental Junín Ing. Luis Robles Recavarren, hará entrega de un plato recordatorio al Alcalde de la “Heroica Villa” de Junín, Luis Alberto Solórzano Talavera, en el segundo año consecutivo que concurre la institución a conmemorar en la misma Pampa de Chacamarca la victoria de los Húsares del Perú y a partir de entonces Húsares de Junín.

Comisionados

Carlos Maldonado Núñez
Enrique Yupanqui Mesías
Sra. Eva Villarroel de Frías

martes, 2 de agosto de 2011

La Danza de los Auquines

La Danza de los Auquines de Matahuasi


1. Introducción.-

El 07 de agosto del 2006 el entonces Instituto Nacional de Cultura resolvió “Declarar Patrimonio Cultural de la Nación a la “Danza de los Auquines” de Matahuasi”. Este reconocimiento ha servido para que los naturales de este pueblo y personas conocedoras de folklore le presten mayor atención y se interesen por conocer más acerca de esta milenaria danza.

2. Ubicación de Matahuasi.-

Matahuasi es un distrito de la provincia de Concepción, departamento de Junín. Situado en la margen izquierda del río que da nombre al anchuroso valle del Mantaro, a 3,200 msnm, y al centro entre las ciudades de Jauja y Huancayo. De Matahuasi parte el desvío de la Carretera Central que conduce al histórico convento de Santa Rosa de Ocopa. De Lima, dista 290 Km., de donde se llega por carretera, ferrocarril o por vía aérea hasta el aeropuerto de Jauja.
El pueblo de Matahuasi ofrece excelentes condiciones para hacer turismo, sobre todo el turismo vivencial. Su suelo completamente plano está bañado por tres ríos: el Mantaro, el Achamayo y el río Seco, además de la torrentera de la Lloclla y los manantiales de San Juan de Yanamuclo y del Hondovado. Produce en forma natural el níspero, extraño fruto cuya abundancia se da en plena sequía del verano serrano (agosto, setiembre), del cual se extrae ricos productos derivados, como jaleas, conservas, refrescos y cocteles, entre otros.

3. Area de influencia.-

Se cree que los primeros pobladores del valle del Mantaro llegaron de la región selvática y al dejar el nomadismo, en la zona de Matahuasi se establecieron a orillas del río Achamayo, en los lugares llamados Huánchar, Potas, el Barranco y Chimpamarca; a orillas del río Grande o Wankamayu (hoy Mantaro) en Markawillka (hoy Maravilca) y Yanamuclo; y en el cerro de Huamanhuaca y los contrafuertes de Inanya y Orco Punco, formando parte del conglomerado de pueblos de la región Wanka, que vivían en continuas guerras, por eso es que los Auquines utilizando la astucia tomaban la apariencia de viejos como un ardid para engañar y sorprender a sus rivales. Todos eran jóvenes varones camuflados de viejos, (los hombres llamados auquines y las mujeres chacuanas) listos para ir a la guerra o la caza y en sus horas de descanso expresaban su alegría danzando con gracia y donaire al compás del pito y la tinya.

4. Descripción de la vestimenta,-

La danza de los Auquines, a través de la vestimenta, nos lleva a pensar en las formas de vida de los primeros pobladores de Matahuasi y alrededores, nómadas al principio, que vivían de la caza, la pesca y la recolección de frutos; más tarde, trasmitiendo el espíritu colectivista, de solidaridad y cooperación, que fue la base de su organización en el trabajo comunitario y la búsqueda del bien común. Otra característica es que gracias a la experiencia y sabiduría de los mayores pudieron vencer las dificultades frente a las fuerzas de la naturaleza, domesticar los animales, descubrir la agricultura y desarrollarse.
Ninguna prenda de la vestimenta deja de tener una significación, porque todas fueron usadas para poder sobrevivir.
Los auquines (hombres) llevan en la cabeza virrete y un objeto de paja en forma cónica que termina en un mechón de colores, que era usado para confundirse en las lagunas y manantiales con los totorales y matorrales, esperando que allí se posaran las aves para cazarlas, naturalmente, que esto era cuando todavía no se habían inventado otras técnicas para la caza.
La máscara de piel de llama u otros animales de la época, actualmente son más de carnero, con las narices largas y otras señales para causar asombro y dar la apariencia de viejos.
En la espalda llevan un pellejo que les servía para aparentar ser feroces carnívoros y durante las noches en sus largas caminatas les servía de abrigo.
Sus camisas de lana son generalmente de color blanco, con mangas tejidas también de lana multicolores.
Usan pantalones cortos o watrilas de bayeta de color negro y los pies están cubiertos de medias tejidas de lana de color blanco, negro o combinados y llanquis con abundante lana.
En las manos llevan el liwi de cuero que simboliza al instrumento de caza de nuestros antepasados, que consiste en una cuerda con tres puntas terminadas en unas bolas de piedra o de metal, una especie de boleadora, que se lanzaban tras la presa; y un cayado, lloque o palo retorcido o contorneado, como arma de ataque y defensa.
Por último, cada auquín es un museo andante, porque cargan aves y animales disecados simulando lo que habría sido el producto de la caza.
Las chacuanas (hombres vestidos de mujer) usan sombreros o chucos de lana de color oscuro adornados con hierbas y flores.
Máscaras de cuero también con narices largas como las del auquín.
Cotón de color negro con faja en la cintura y mangas de colores o, simplemente, monillos largos hasta la cintura, con mangas igualmente tejidas de lana, y faldellín de bayeta con fustán, y en los pies, ojotas o llanquis sin medias.
La espalda se cubren con una manta pullucata y una de las chacuanas
carga un kipi con el fiambre o shacteo.
En las manos llevan la puchca simbolizando la tarea femenina del hilado y
una azucena de tallo grueso como arma de defensa.

5. Coreografía y música.-

Actualmente la danza se ejecuta formando varias parejas de auquines (hombres) y chacuanas (mujeres), diferenciados sólo por la indumentaria, porque todos son jóvenes varones, al compás del pito y la tinya, instrumentos nativos. Los principales pasos son los siguientes:
1. El pasacalle, es el paso que emplean para trasladarse de un lugar a otro y
al inicio de la coreografía, con movimientos rítmicos dando saltos y haciendo
una serie de escaramuzas.
2. La pasada de manos, es el momento en que se encuentran, se reconocen
y se saludan.
3. La peinada, es el momento en que se avisan de lo que sucede en su
alrededor por la presencia del enemigo o la presa de caza.
4. La cruzada, en este paso se comunican mediante señas sobre la ubicación
del adversario o del objetivo que persiguen.
5. La culebra, en este momento se pasan la voz secretamente acerca de lo
que acontece y de las acciones que van a emprender.
6. La montonada, en este momento cambia el ritmo de la música, es la escena
talvez más importante de la coreografía, en la cual se reunen los danzarines
formando un círculo para tomar las decisiones que convengan, aquí es
cuando una chacuana, personaje con vestido femenino que comanda el
grupo, da las órdenes cantando en quechua,. Este paso parece evocar
aquellas asambleas populares de nuestros antepasados, que todavía se
conserva en las comunidades andinas, en las que practicando la democracia
directa y entre cánticos y bailes acordaban lo que debían hacer por interés y
beneficio comunes.
7. La fuga o remate, es lo que vendría a ser la ejecución de la orden dada en
el paso anterior, momento en el que con un ritmo musical más ágil y movido
el grupo de danzantes se desborda en alegría y cada uno salta y brinca y
hasta alternan situaciones de júbilo con el público. Los varones vestidos de
chacuanas son los personajes más pícaros, quienes al frente de su pareja
hacen quites y piruetas y distintas manifestaciones de agilidad y destrezas y
los auquish o auquines tienen que imitar, produciendo la hilaridad y
admiración del espectador. La danza por tener el carácter de ser belicosa,
imita ciertas actitudes de mofa, contrapunteo y simulacros de caza o
combate pero, sobre todo, es una demostración de agilidad y destrezas.
8. El saludo, es la manifestación de respeto entre ellos y con el público y de
despedida.
9. El shacteo, es el momento final y de convite en que los auquines invitan la
comida y las bebidas del kipi que carga una de las chacuanas, haciendo
participar de la alegría a todo el pueblo.

La música.-

La música de la danza de los Auquines es la melodía del pito y la tinya. El pito o pincullo es un instrumento de viento en forma de tubo con agujeros, especie de flauta hecha de caña. La tinya es un instrumento de percusión como un tambor pequeño o tamboril. La música que invita a bailar dando saltos, tiene tres variaciones principales y bien marcadas: el pasacalle, la montonada y la fuga o remate.
Es importante anotar la singularidad de los Auquines, que desde épocas tribales bailan al compás del pito y la tinya y, actualmente, en pleno siglo XXI, siguen danzando con el pito y la tinya, no se ha adulterado, felizmente.
Explicar esta particularidad corresponde a los especialistas.

Lima, 22 de junio del 2011.

Lic. Simeón Orellana Valeriano CPP. Lope Yupanqui Callegari

El Aeropuerto de Jauja

Disponen modernización, equipamiento e


internacionalización del aeropuerto de Jauja

El aeropuerto de Jauja, región Junín, ha sido declarado de necesidad pública e interés nacional disponiéndose, en consecuencia, su modernización, equipamiento e internacionalización. La estratégica ubicación del aeropuerto de Jauja –señala el dispositivo- lo convierte en el más idóneo para funcionar como alterno del aeropuerto internacional Jorge Chávez en la zona del centro del país. La importante medida está contenida en el Decreto Supremo Nº 020-2011-MTC del 18 de mayo último, publicado en el diario oficial “El Peruano” al día siguiente.
El ministerio de Transportes y Comunicaciones considera que debiendo tenerse en cuenta que en caso de desastres naturales en la costa central del país, el aeropuerto de Jauja resultaría el medio más efectivo para hacer llegar la ayuda nacional e internacional a las principales ciudades de la costa central del Perú. Por otro lado, también advierte que los niveles del tráfico aéreo vienen incrementándose sostenidamente en el país, siendo una necesidad del sector aerocomercial contar con la infraestructura aeroportuaria que permita el movimiento seguro y ordenado de aeronaves, pasajeros y carga. La norma encarga a la Dirección General de Aeronáutica Civil del ministerio de Transportes y Comunicaciones la coordinación de los estudios y la adopción de las medidas necesarias para la implementación de lo señalado en el presente dispositivo.
Según ANDINA, la presidente encargada de la Cámara Nacional de Comercio, Producción y Servicios (PERUCÁMARAS), Yannina Traverso García, destacó la medida y manifestó que esta iniciativa podría marcar la pauta en el inicio de la modernización de la infraestructura en el centro del país; recordando que, actualmente la carretera Central es la única vía hacia el centro del país y cuando ésta es bloqueada por huaicos o cubierta por la nieve en la zona de Ticlio, no permite transitar desde y hacia Lima, impidiendo el intercambio comercial y el turismo.
Cuando se haya terminado con la modernización y equipamiento para dar un servicio que corresponda a una categoría internacional, entonces, el aeropuerto de Jauja será la base más importante de la futura Macro Región formada por los departamentos de Huancavelica, Junín y Pasco y los de Huánuco y Ucayali, principalmente, para el tráfico comercial, de pasajeros y de turismo desde y hacia la Capital, Lima, y otras ciudades. Esperamos que esta decisión del gobierno sea una realidad lo más pronto posible. La urgencia está totalmente justificada.

Un poco de historia (*)

La muerte de un movilizable en las faldas del cerro de Chocón, durante la preparación de cuadros que se había desatado en todos los pueblos del Perú debido al conflicto con Colombia fortaleció el patriotismo y comprendiendo que Jauja y la sierra central es un lugar estratégico surgió la idea de tener un campo de aterrizaje al que le llamarían LETICIA, en reconocimiento a esa parte de nuestra patria agredida por Colombia.
Los ciudadanos Toribia Becerra, María Lizárraga, Ricardina Silva, la familia Bardales y la comunidad de El Tambo donaron terrenos para el camp de aterrizaje que se ubicó donde actualmente se encuentran el cuartel del fuerte Cáceres y el estadio Monumental de Jauja; por entonces, el alcalde era el Dr. Max Cordero. Para la prueba del campo de aterrizaje fueron traídos de Lima seis aviones biplanos desamblados y trasladados por ferrocarril, cuatro se quedaron en Jauja y dos pasaron a Huancayo, porque también los huancaínos habían hecho otra pista de aterrizaje en el campo de Yauris. Ya estando listos los aviones debían partir con dirección a la frontera norte, los cuatro biplanos que salieron de Jauja no tuvieron dificultades y se elevaron majestuosamente, mientras que los dos de Huancayo no tuvieron igual suerte, uno casi se precipita al río Mantaro, por causas geográficas y meteorológicas.
El 27 de setiembre de 1948 se inauguró el campo de aterrizaje de Jauja, siendo los padrinos el Alcalde y la Sra. Julia Martínez de Cordero.
En 1962, el Dr. José García Frías, director del Sanatorio Olavegoya, informado por su hijo, que era amigo del aviador Cmte. Carlos Valderrama, de que éste veía la perspectiva de construir otro campo de aterrizaje más grande y mejor equipado por las inmejorables condiciones de Jauja, le comunicó la idea al alcalde Virgilio Reyes Vera y con el párroco Francisco Carlé Casset, los tres hicieron un llamado a la ciudadanía y a quienes afectaría el nuevo campo, entre estos estaban las familias Palacios, Madrid, Mateo, Núñez, Atanacio, Bardales, Ramírez, a los que se unieron Reinaldo Piana, Aguilar, Carlos Mandujano, iniciándose los trabajos sin escatimar esfuerzos, hombres, mujeres y niños pusieron el hombro.
En el gobierno del Arq. Fernando Belaúnde Terry, el Gral. EP Rafael Hoyos Rubio, el alcalde de Jauja Dr. Otto Núñez, el Prof. Nicolás Martínez y el subprefecto Carlos Loayza se entrevistaron con el Presidente, consiguiendo la partida para la primera etapa del Aeropuerto Regional del Centro “Francisco Carlé” de Jauja. Este aeropuerto, ubicado donde actualmente está, lleva el nombre del sacerdote francés, párroco que puso mucho empeño en esta obra.
(*) www.jaujamiperu.com

La primera vez que un cuatrimotor aterrizó en Jauja

El director de la revista “Aeropuerto”, Raymundo Hurtado Martínez, en su edición de Mayo-Junio del 2007, nos cuenta que al comenzar la década de los años 60, la ahora desaparecida Compañía de Aviación LANSA, que dirigía el empresario aerocomercial Alfonso Pardo, realizó un histórico y espeluznante vuelo de prueba con un avión cuatrimotor, que unió Lima con Jauja .
Aquel día, el gigantesco Constelattion despegó del entonces flamante aeropuerto internacional llamado Lima Callao, comandado por el piloto alemán Elmer Kiss, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, como copiloto el peruano Pablo Murillo y como pasajeros el presidente de LANSA, Alfonso Pardo, el gerente de operaciones Genaro Lara, y otro directivo de la empresa de apellido Bazo y al periodista Raymundo Hurtado.
El vuelo duró treinta minutos, aterrizando el cuatrimotor a hélice en el aeropuerto de Jauja-Tambo, ante la general expectativa del pueblo y sus autoridades, entre los que se encontraba el sacerdote francés Francisco Carlé, párroco del lugar y principal gestor de la construcción de este aeródromo, por cuya realización luchó durante más de 20 años, y que hoy lleva su nombre.
Pero antes de tocar tierra (recién ahora puede narrarlo, dice), don Alfonso Pardo, hombre soñador y visionario de la aviación comercial peruana, se levantó de su butaca, con una botella de wisky, invitó al periodista a acompañarlo a la cabina y ordenó al piloto, con estas palabras: “Oye gringo, vuela lo más bajo que puedas, quiero que los jaujinos sepan que LANSA está sobre sus cabezas”.El veterano piloto así lo hizo, y desde las ventanas del cuatrimotor veían abajo a la gente que “parecían cuyes espantados saliendo de sus cajones, creyendo que el avión se les venía encima”. Inmediatamente se escuchó un timbrazo, era la señal de alarma inminente, el alemán tuvo que aplicar con fuerza los alerones para ayudar a frenar. “Creo –dice- que la DGTA nunca se enteró de estos episodios”.

Lima, 20 de mayo el 2011.

CPP. Lope Yupanqui Callegari
Presidente del Club Departamental Junín

Los Auquines de Matahuasi

La Danza de los Auquines de Matahuasi

Del 24 al 30 de junio del 2011, organizado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, se realizó el XXI Congreso Ncional Extraordinario y X Congreso Internacional de Folklore "José María Arguedas", en las sedes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Ciudad Uniersitaria y en el Centro Cultural de la Casona de San Marcos. Este importante certamen se efectuó con ocasión de celebrarse el Centenario del Nacimiento del ilustre peruano José María Arguedas, quien dedicara gran parte de su vida al estudio y difusión de la cultura peruana.


En este Congreso, el día 29 de junio, de acuerdo a lo programado, se presentó la ponencia sobre la Danza de los Auquines de Matahuasi, a cargo del folklorólogo Simeón Orellana Valeriano y del periodista Lope Yupanqui Callegari, con la presentación en vivo de la milenaria danza, cuyos ejecutantes fueron los siguientes jóvenes: Luis Fredy Bonilla Robladillo, Paul Enrique Pérez Oré, Wilfredo Castro Paco, Gustavo Ernesto Fierro Pariona, Rafael Ricardo Bravo Castro, Eloy Arturo Rojas Pérez, Jerry Jonathan Aliaga Florez, Luis Miguel Campos Herrera, William Alberto Flores Chávez, Leonard Gerson Bonilla Pérez y Lucio Flores Osco.