Discurso
pronunciado por el CPP Lope Yupanqui Callegari en la ceremonia
organizada por
el Club Provincial Concepción, con motivo del
61º aniversario de la creación
política de la provincia de Concepción.
Agradezco a la presidente del Club
Provincial Concepción, Sra. Lena Castro de Cano, por el honroso encargo de
hacer uso de la palabra en esta fecha, en la que recordamos el 61º aniversario
de la creación política de la provincia de Concepción.
Comencemos haciendo un poco de
historia. En tiempos prehispánicos en el espacio que hoy ocupa Concepción
vivían grupos humanos o tribus pertenecientes a la región del Huancamayu o
Hatunmayu, es decir la región de los Huancas, que se extendía desde Tarma por
el norte hasta Huancavelica y parte de Ayacucho por el sur y su capital o
centro más importante era Tunanmarca, muy cerca de Xauxa, que habían llegado a
formar la Confederación
Huanca o “Reino Huanca”, como llama Waldemar Espinoza. Esas
tribus eran “Achí”, “Lapa”, “Alapacoto”, “Ulún”, “Lulín”, entre otras, Jesús
Ponce señala ocho tribus.
Cuando la Confederación Huanca
es sometida por los Incas, estos para su mejor administración dividen el valle
del Huancamayu en tres parcialidades: Hatunxauxa al norte, con su capital o
centro más importante en Xauxa; Urinhuanca o Lurinhuanca al centro, con su
capital en Markawillka o Maravilca, según los cronistas Cieza de León y Garcilaso,
o en Tunan, según Eliseo Sanabria; y Hananhuanca
al sur, con su capital en Sacsapallanga. Ya en el período Incaico, las tribus pre
incas se transforman en ayllus, al mismo tiempo que se construyen los Tambos en Huancayo, Maravilca y
Xauxa, unidos por una extensa red vial llamada Qhapaq Ñan o Camino de los
Incas.
Iniciada la conquista por los
españoles, Francisco Pizarro adjudica la parcialidad de Lurinhuanca, a la que
pertenece Concepción, a Lorenzo de Aldana quien, en su condición de encomendero,
gestiona la venida de los frailes franciscanos que empiezan a llegar en 1541 y en
1548 fray Luis de Oña establece la
Doctrina de Concepción de Achí bajo el patrocinio de la Inmaculada Concepción,
cuya fecha celebratoria, según el calendario cristiano, es el 8 de diciembre,
por eso es que la fiesta patronal de Concepción es el 8 de diciembre. Aparte de
la Doctrina
de Concepción de Achí, los franciscanos establecen las doctrinas de la Asunción de Matahuasi, la Natividad de Apata, San
Jerónimo de Tunán, la
Ascención de Mito, Santa Ana de Sincos y San Francisco de
Orcotuna, y tres doctrinas en ceja de selva: en Uchubamba, Comas y Andamarca.
A partir de 1569, al implantarse la
división política y económica de los corregimientos, el primer corregidor de
Jauja, el capitán Juan Pérez de Larreinaga y Salazar, escoge como residencia a
Concepción de Achí, no obstante que Jauja había sido fundada como capital de la
colonia, elige a Concepción por su geografía muy atractiva, su acogedor clima, sus
tierras fértiles, la abundancia de agua y vegetación, y por ser una puerta
natural de entrada hacia la selva, lo que necesitaban para emprender sus planes
de catequización. Concepción se convierte así, de hecho, en la capital del Corregimiento
de Jauja.
En 1821, a raíz de la acción
de las Toledo, San Martín por Decreto le da a Concepción el título de “Pueblo
Heroico”; y por Ley del 2 de enero de 1857 se crea el distrito de Concepción
dentro de la provincia de Jauja, elevándose a la categoría de Ciudad por Ley
del 19 de febrero de 1863.
A partir de entonces en Concepción se
inicia un proceso de lento pero constante progreso y en su suelo, en el siglo
XIX, sus hijos van a ser protagonistas de importantes hechos históricos, como
los ocurridos durante las guerras de la Independencia y la Guerra con Chile, que
despiertan la admiración en el país y el extranjero.
Un aspecto peculiar de Concepción es
el auge de la industria de la panificación o elaboración del pan de anís, más
conocido como el pan de Concepción, y el apogeo de varios molinos de piedra
primero y después a motor, molinos que eran muy solicitados desde lugares
apartados, como La Oroya
por ejemplo.
Con el desarrollo de la minería y la
producción del aguardiente se inicia un intenso movimiento económico en todo el
valle. En 1908 llega el ferrocarril. En 1911, la luz eléctrica. En 1912 se
instala el primer banco en Huancayo. Y en 1920 la compañía minera Cerro de
Pasco Cooper Corporation, intensificándose la industria maderera y la
contratación de personal para las minas.
Por entonces, y hasta mediados del
siglo XX, Concepción es un señorío, habitado por gente distinguida, amantes del
trabajo y la cultura, es el primer distrito de la provincia de Jauja que en
1916 tiene una imprenta en la que se edita un periódico. Según el censo de
1940, Concepción figura con el menor porcentaje de analfabetos. Por éstas y
otras consideraciones Concepción ocupa una situación de privilegio, porque en el
distrito de Concepción está lo mejor de la Provincia. Corroborando
con estas certezas, Luis Alaysa y Paz Soldán dice: “Concepción es tierra de
larga y gloriosa leyenda, deslumbrada hoy por su progreso y belleza natural, y
tiene un porvenir magnífico. Pero sobre todo la admiro como ciudad heroica que
supo castigar como es debido a los invasores del suelo patrio y soportar como
holocausto las sangrientas represalias. Las personas olvidadizas y sin fibra de
hoy –advierte Alayza-, vengan a Concepción para aprender a admirar a un pueblo
valiente”. Probablemente sea por eso que Jauja se oponía tenazmente a que
Concepción fuera provincia, porque no se resignaba a quedarse sin su mejor
distrito y sin una considerable extensión territorial.
De ahí que Concepción va a perseverar
83 años para elevarse a la categoría política de provincia. El primer proyecto
se había presentado en 1868 y tras éste seis proyectos más y todos son
boicoteados por los representantes de Jauja en el Congreso de la República, hasta que el
15 de noviembre de 1950, en el gobierno constitucional de Manuel A. Odría,
ingresa a la Cámara
de Diputados el sétimo proyecto, que va a ser el definitivo sustentado por el
diputado por Junín José Antonio Parra del Riego.
Los concepcioninos se movilizan
formando comisiones de apoyo para secundar y contribuir con las gestiones. En
Concepción, en cabildo abierto propiciado por el último alcalde distrital, don
Nicanor Ledesma, se forma un comité de damas presidido por la señora Juana
Gonzales de Zelaya, e integrado por las señoritas Crisálida Párraga, Enma
Valladares, Elvira Santiváñez, entre muchas otras damas. En Lima, los residentes
en la Capital
prestan toda clase de colaboración en favor de las gestiones. El Dr. Nemesio
Rodríguez Arauco preside el comité Pro Provincia de Concepción y lo integran,
entre otros, Isaac Alcocer Alzamora, Sixto Lozano, Oscar Hurtado, Pedro Román y
Eduardo Mendoza.
Jauja envalentonada por sus 83 años de
triunfos, a través del comité “Pro Integridad Territorial de Jauja” presidido
por Luis Teobaldo Ibarra, moviliza todas sus fuerzas para seguir impugnando las
justas aspiraciones de Concepción. El 16 de octubre de 1951, un mes antes de
aprobarse la ley, el alcalde de Jauja, Neri Cordero, y 22 alcaldes de igual
número de distritos, encabezan una manifestación para defender la “Integridad
de Jauja” y al llegar a la plaza “La Libertad”, hizo uso de la palabra José Bravo Gurt
quien precisó los puntos fundamentales por los que en su opinión el distrito de
Concepción se “halla incapacitado para alcanzar el rango de provincia”, de esto
daba cuenta el diario “La
Prensa” de Lima.
Pero ya era tarde para continuar con su
política oposicionista, el 17 de octubre de 1951, al día siguiente de la
manifestación, la Cámara
de Diputados aprueba el proyecto que crea la provincia de Concepción, el 12 de
noviembre, la Cámara
de Senadores también la aprueba por abrumadora mayoría, y el 30 de noviembre el
presidente Manuel A. Odría pone el cúmplase a la ley que lleva el número 11648,
que dice: crease la provincia de concepción en el departamento de Junín, la que
tendrá como capital la ciudad del mismo nombre y que estará integrada por los
distritos de Concepción, Aco, Andamarca, Comas, Chambará, Matahuasi, Mito y
Santa Rosa de Ocopa.
En la Nota Preliminar
del libro LA PROVINCIA DE
CONCEPCIÓN, publicado en 1952, el Dr. Nemesio Rodríguez, dice: “¡Larga y reñida
fue la lucha! Por un lado estaban las fuerzas del poder jerárquico, de la
prepotencia de autoridad y del conservadurismo implacable, y por el otro, las
del progreso, del cambio y de la evolución que rige la vida orgánica como la
vida superior de los hombres y de los pueblos.”
“Bajo el señuelo de “pro-integridad
territorial”, se organizó la defensa de lo que se consideraba como derechos
perpetuos e intangibles de un pueblo, tratándose de abatir todo intento y
esfuerzo de transformación y avance de otro.”
“¡Empero –continúa-, la ley del
progreso jamás puede ser violada o detenida por el capricho de los hombres!”
“¡La trayectoria del destino de un
pueblo no puede ser desviada un ápice por el grito desconcertado del egoísmo o
de la negación!”
“¡Ante la ley del más poderoso está la
ley de la justicia… ¡La justicia hace brillar siempre el sol de la verdad y
triunfa sobre las fuerzas del estancamiento o de la regresión!”
“Para Concepción tenía que llegar,
algún día, la justicia. ¡Y ese día llegó!
¡El sol de la justicia, brilló,
radioso y refulgente, alumbrando su ruta con una nueva alborada de esperanzas!”
(Fin de la cita)
Pero, mirando a la realidad actual, la
oposición de Jauja a la provincia de Concepción parece que tenía algún sentido,
porque talvez inconcientemente avizoraba lo que está ocurriendo ahora, que el
ritmo de crecimiento y progreso de Concepción estaría siendo igual o más acelerado
que el de Jauja.
El alcalde, Jesús Chipana, según sus
palabras, está convencido de que Concepción, “Ciudad Heroica - Turística - Ecológica
y Emprendedora” se convierte “en una ciudad moderna y competitiva, que apuesta
por el desarrollo sostenible de su pueblo, con obras trascendentales que
convertirán a nuestra provincia en una ciudad modelo y líder en la región
central del país.” Y manifiesta estar comprometido “a asumir con
responsabilidad, el reto de convertir a nuestra provincia en una ciudad
ecológica y empresarial, que mejore la calidad de vida de los pobladores.” Siendo
así, merece todo respaldo, para que la provincia de Concepción alcance el
sitial que le corresponde, tal como soñaron sus gestores y de acuerdo a su
pasado histórico, expresado en la acción de las Heroínas Toledo y el combate
del 9 y 10 de julio de l882, que con Marcavalle y Pucará les dieran el triunfo
a la gloriosa Campaña de la
Breña, conducida magistralmente por el “Taita” Cáceres.
Emiliano
León Porras
Para terminar, permítanme unas
palabras acerca de nuestro homenajeado, el comandante Emiliano León Porras.
Emiliano nace en la ciudad de Concepción, estudia la primaria en el Centro
Escolar 505 de su tierra natal, que hoy lleva el nombre de “Lorenzo Alcalá
Pomalaza”, y la secundaria, en el Colegio Nacional “Santa Isabel” de Huancayo
hasta el 4to.año y el 5to., en el Colegio Nacional “Nuestra Señora de Guadalupe”
de Lima.
En 1943 ingresa a la Escuela Militar de Clases, dos
años después pasa a la Escuela
de Oficiales, de donde sale como Oficial, en 1950.
Estudia también en la Facultad de Ciencias
Económicas y Contabilidad de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de
donde egresa como Bachiller en Ciencias Económicas y Contador Público.
En el Ejército alcanza el grado de
Comandante. En esta institución realiza trabajos administrativos de tesorería,
llegando a ser auditor en la
Inspectoría del Ejército. En 1980 pasa a retiro por
invitación.
Por sus 35 años de servicios
distinguidos recibe la
Condecoración al Mérito Militar “Cruz Peruana” en el grado de
Caballero.
El Ejército le otorga también, por
servicios especiales prestados a la institución, la réplica del sable del
coronel Francisco Bolognesi, Héroe de Arica; la Medalla “Hasta Quemar el
Último Cartucho”; y la Escala
de Grados.
Retirado de la actividad militar se
dedica íntegramente al servicio de su pueblo a través de la Comisión del Centenario
del Combate de Concepción, que la presidió el mayor Eduardo Mendoza, y del Club
Provincial Concepción, que a la sazón se funda en 1983. Don Emiliano es uno de
los fundadores de esta nueva institución, quien le sucede en la presidencia a
Juanito Gavidia en 1987 hasta 1989; y está presente en todos los consejos
directivos, desempeñando la difícil secretaría de economía.
Pero su actitud más descollante se ve
en 1993, cuando se tiene que dar la cuota inicial de cinco mil dólares para
comprar este local; entonces, ante la especulación de que se podría perder esa
primera entrega, Emiliano dijo: si se llegara a perder, yo repongo los cinco
mil dólares. Con ese aval se procedió a la compra. En esa consideración, el
consejo directivo del Club Provincial Concepción le otorgó a él y a Nocha
Beoutis, la presidente del comité pro compara del local, la autorización para
que ambos, en representación del Club, firmen la minuta y la escritura de
compra venta de este bien. Dos personajes más, entre tantos otros, tienen mucho
que ver en esta adquisición, me refiero a Luciano Privat, que ubicó el lugar y arriesgó
los bonos que se vendieron a 15 dólares cada uno, y Francisco Portocarrero,
presidente en ese momento de la institución. Gracias Emiliano y felicitaciones.
Muchas gracias.
Lima, 30 de noviembre del 2012.
CPP. Lope Yupanqui Callegari
Presidente del Consejo Directivo del
CLUB PROVINCIAL CONCEPCIÓN
1997 - 1999 y 2002 - 2004