lunes, 3 de diciembre de 2012

61º Aniversario de la Creación Política de la Provincia de Concepción


Discurso pronunciado por el CPP Lope Yupanqui Callegari en la ceremonia
organizada por el Club Provincial Concepción, con motivo del
61º aniversario de la creación política de la provincia de Concepción.

Agradezco a la presidente del Club Provincial Concepción, Sra. Lena Castro de Cano, por el honroso encargo de hacer uso de la palabra en esta fecha, en la que recordamos el 61º aniversario de la creación política de la provincia de Concepción.

Comencemos haciendo un poco de historia. En tiempos prehispánicos en el espacio que hoy ocupa Concepción vivían grupos humanos o tribus pertenecientes a la región del Huancamayu o Hatunmayu, es decir la región de los Huancas, que se extendía desde Tarma por el norte hasta Huancavelica y parte de Ayacucho por el sur y su capital o centro más importante era Tunanmarca, muy cerca de Xauxa, que habían llegado a formar la Confederación Huanca o “Reino Huanca”, como llama Waldemar Espinoza. Esas tribus eran “Achí”, “Lapa”, “Alapacoto”, “Ulún”, “Lulín”, entre otras, Jesús Ponce señala ocho tribus.

Cuando la Confederación Huanca es sometida por los Incas, estos para su mejor administración dividen el valle del Huancamayu en tres parcialidades: Hatunxauxa al norte, con su capital o centro más importante en Xauxa; Urinhuanca o Lurinhuanca al centro, con su capital en Markawillka o Maravilca, según los cronistas Cieza de León y Garcilaso, o en Tunan, según Eliseo Sanabria; y  Hananhuanca al sur, con su capital en Sacsapallanga. Ya en el período Incaico, las tribus pre incas se transforman en ayllus, al mismo tiempo que se  construyen los Tambos en Huancayo, Maravilca y Xauxa, unidos por una extensa red vial llamada Qhapaq Ñan o Camino de los Incas.

Iniciada la conquista por los españoles, Francisco Pizarro adjudica la parcialidad de Lurinhuanca, a la que pertenece Concepción, a Lorenzo de Aldana quien, en su condición de encomendero, gestiona la venida de los frailes franciscanos que empiezan a llegar en 1541 y en 1548 fray Luis de Oña establece la Doctrina de Concepción de Achí bajo el patrocinio de la Inmaculada Concepción, cuya fecha celebratoria, según el calendario cristiano, es el 8 de diciembre, por eso es que la fiesta patronal de Concepción es el 8 de diciembre. Aparte de la Doctrina de Concepción de Achí, los franciscanos establecen las doctrinas de la Asunción de Matahuasi, la Natividad de Apata, San Jerónimo de Tunán, la Ascención de Mito, Santa Ana de Sincos y San Francisco de Orcotuna, y tres doctrinas en ceja de selva: en Uchubamba, Comas y Andamarca. 
A partir de 1569, al implantarse la división política y económica de los corregimientos, el primer corregidor de Jauja, el capitán Juan Pérez de Larreinaga y Salazar, escoge como residencia a Concepción de Achí, no obstante que Jauja había sido fundada como capital de la colonia, elige a Concepción por su geografía muy atractiva, su acogedor clima, sus tierras fértiles, la abundancia de agua y vegetación, y por ser una puerta natural de entrada hacia la selva, lo que necesitaban para emprender sus planes de catequización. Concepción se convierte así, de hecho, en la capital del Corregimiento de Jauja.

En 1821, a raíz de la acción de las Toledo, San Martín por Decreto le da a Concepción el título de “Pueblo Heroico”; y por Ley del 2 de enero de 1857 se crea el distrito de Concepción dentro de la provincia de Jauja, elevándose a la categoría de Ciudad por Ley del 19 de febrero de 1863.

A partir de entonces en Concepción se inicia un proceso de lento pero constante progreso y en su suelo, en el siglo XIX, sus hijos van a ser protagonistas de importantes hechos históricos, como los ocurridos durante las guerras de la Independencia y la Guerra con Chile, que despiertan la admiración en el país y el extranjero.

Un aspecto peculiar de Concepción es el auge de la industria de la panificación o elaboración del pan de anís, más conocido como el pan de Concepción, y el apogeo de varios molinos de piedra primero y después a motor, molinos que eran muy solicitados desde lugares apartados, como La Oroya por ejemplo.

Con el desarrollo de la minería y la producción del aguardiente se inicia un intenso movimiento económico en todo el valle. En 1908 llega el ferrocarril. En 1911, la luz eléctrica. En 1912 se instala el primer banco en Huancayo. Y en 1920 la compañía minera Cerro de Pasco Cooper Corporation, intensificándose la industria maderera y la contratación de personal para las minas.

Por entonces, y hasta mediados del siglo XX, Concepción es un señorío, habitado por gente distinguida, amantes del trabajo y la cultura, es el primer distrito de la provincia de Jauja que en 1916 tiene una imprenta en la que se edita un periódico. Según el censo de 1940, Concepción figura con el menor porcentaje de analfabetos. Por éstas y otras consideraciones Concepción ocupa una situación de privilegio, porque en el distrito de Concepción está lo mejor de la Provincia. Corroborando con estas certezas, Luis Alaysa y Paz Soldán dice: “Concepción es tierra de larga y gloriosa leyenda, deslumbrada hoy por su progreso y belleza natural, y tiene un porvenir magnífico. Pero sobre todo la admiro como ciudad heroica que supo castigar como es debido a los invasores del suelo patrio y soportar como holocausto las sangrientas represalias. Las personas olvidadizas y sin fibra de hoy –advierte Alayza-, vengan a Concepción para aprender a admirar a un pueblo valiente”. Probablemente sea por eso que Jauja se oponía tenazmente a que Concepción fuera provincia, porque no se resignaba a quedarse sin su mejor distrito y sin una considerable extensión territorial.

De ahí que Concepción va a perseverar 83 años para elevarse a la categoría política de provincia. El primer proyecto se había presentado en 1868 y tras éste seis proyectos más y todos son boicoteados por los representantes de Jauja en el Congreso de la República, hasta que el 15 de noviembre de 1950, en el gobierno constitucional de Manuel A. Odría, ingresa a la Cámara de Diputados el sétimo proyecto, que va a ser el definitivo sustentado por el diputado por Junín José Antonio Parra del Riego.

Los concepcioninos se movilizan formando comisiones de apoyo para secundar y contribuir con las gestiones. En Concepción, en cabildo abierto propiciado por el último alcalde distrital, don Nicanor Ledesma, se forma un comité de damas presidido por la señora Juana Gonzales de Zelaya, e integrado por las señoritas Crisálida Párraga, Enma Valladares, Elvira Santiváñez, entre muchas otras damas. En Lima, los residentes en la Capital prestan toda clase de colaboración en favor de las gestiones. El Dr. Nemesio Rodríguez Arauco preside el comité Pro Provincia de Concepción y lo integran, entre otros, Isaac Alcocer Alzamora, Sixto Lozano, Oscar Hurtado, Pedro Román y Eduardo Mendoza.

Jauja envalentonada por sus 83 años de triunfos, a través del comité “Pro Integridad Territorial de Jauja” presidido por Luis Teobaldo Ibarra, moviliza todas sus fuerzas para seguir impugnando las justas aspiraciones de Concepción. El 16 de octubre de 1951, un mes antes de aprobarse la ley, el alcalde de Jauja, Neri Cordero, y 22 alcaldes de igual número de distritos, encabezan una manifestación para defender la “Integridad de Jauja” y al llegar a la plaza “La Libertad”, hizo uso de la palabra José Bravo Gurt quien precisó los puntos fundamentales por los que en su opinión el distrito de Concepción se “halla incapacitado para alcanzar el rango de provincia”, de esto daba cuenta el diario “La Prensa” de Lima.

Pero ya era tarde para continuar con su política oposicionista, el 17 de octubre de 1951, al día siguiente de la manifestación, la Cámara de Diputados aprueba el proyecto que crea la provincia de Concepción, el 12 de noviembre, la Cámara de Senadores también la aprueba por abrumadora mayoría, y el 30 de noviembre el presidente Manuel A. Odría pone el cúmplase a la ley que lleva el número 11648, que dice: crease la provincia de concepción en el departamento de Junín, la que tendrá como capital la ciudad del mismo nombre y que estará integrada por los distritos de Concepción, Aco, Andamarca, Comas, Chambará, Matahuasi, Mito y Santa Rosa de Ocopa.

En la Nota Preliminar del libro LA PROVINCIA DE CONCEPCIÓN, publicado en 1952, el Dr. Nemesio Rodríguez, dice: “¡Larga y reñida fue la lucha! Por un lado estaban las fuerzas del poder jerárquico, de la prepotencia de autoridad y del conservadurismo implacable, y por el otro, las del progreso, del cambio y de la evolución que rige la vida orgánica como la vida superior de los hombres y de los pueblos.”
“Bajo el señuelo de “pro-integridad territorial”, se organizó la defensa de lo que se consideraba como derechos perpetuos e intangibles de un pueblo, tratándose de abatir todo intento y esfuerzo de transformación y avance de otro.”
“¡Empero –continúa-, la ley del progreso jamás puede ser violada o detenida por el capricho de los hombres!”
“¡La trayectoria del destino de un pueblo no puede ser desviada un ápice por el grito desconcertado del egoísmo o de la negación!”
“¡Ante la ley del más poderoso está la ley de la justicia… ¡La justicia hace brillar siempre el sol de la verdad y triunfa sobre las fuerzas del estancamiento o de la regresión!”
“Para Concepción tenía que llegar, algún día, la justicia. ¡Y ese día llegó!
¡El sol de la justicia, brilló, radioso y refulgente, alumbrando su ruta con una nueva alborada de esperanzas!” (Fin de la cita)

Pero, mirando a la realidad actual, la oposición de Jauja a la provincia de Concepción parece que tenía algún sentido, porque talvez inconcientemente avizoraba lo que está ocurriendo ahora, que el ritmo de crecimiento y progreso de Concepción estaría siendo igual o más acelerado que el de Jauja.

El alcalde, Jesús Chipana, según sus palabras, está convencido de que Concepción, “Ciudad Heroica - Turística - Ecológica y Emprendedora” se convierte “en una ciudad moderna y competitiva, que apuesta por el desarrollo sostenible de su pueblo, con obras trascendentales que convertirán a nuestra provincia en una ciudad modelo y líder en la región central del país.” Y manifiesta estar comprometido “a asumir con responsabilidad, el reto de convertir a nuestra provincia en una ciudad ecológica y empresarial, que mejore la calidad de vida de los pobladores.” Siendo así, merece todo respaldo, para que la provincia de Concepción alcance el sitial que le corresponde, tal como soñaron sus gestores y de acuerdo a su pasado histórico, expresado en la acción de las Heroínas Toledo y el combate del 9 y 10 de julio de l882, que con Marcavalle y Pucará les dieran el triunfo a la gloriosa Campaña de la Breña, conducida magistralmente por el “Taita” Cáceres.

Emiliano León Porras

 Para terminar, permítanme unas palabras acerca de nuestro homenajeado, el comandante Emiliano León Porras. Emiliano nace en la ciudad de Concepción, estudia la primaria en el Centro Escolar 505 de su tierra natal, que hoy lleva el nombre de “Lorenzo Alcalá Pomalaza”, y la secundaria, en el Colegio Nacional “Santa Isabel” de Huancayo hasta el 4to.año y el 5to., en el Colegio Nacional “Nuestra Señora de Guadalupe” de Lima.

En 1943 ingresa a la Escuela Militar de Clases, dos años después pasa a la Escuela de Oficiales, de donde sale como Oficial, en 1950.

Estudia también en la Facultad de Ciencias Económicas y Contabilidad de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de donde egresa como Bachiller en Ciencias Económicas y Contador Público.

En el Ejército alcanza el grado de Comandante. En esta institución realiza trabajos administrativos de tesorería, llegando a ser auditor en la Inspectoría del Ejército. En 1980 pasa a retiro por invitación.

Por sus 35 años de servicios distinguidos recibe la Condecoración al Mérito Militar “Cruz Peruana” en el grado de Caballero.
El Ejército le otorga también, por servicios especiales prestados a la institución, la réplica del sable del coronel Francisco Bolognesi, Héroe de Arica; la Medalla “Hasta Quemar el Último Cartucho”; y la Escala de Grados.

Retirado de la actividad militar se dedica íntegramente al servicio de su pueblo a través de la Comisión del Centenario del Combate de Concepción, que la presidió el mayor Eduardo Mendoza, y del Club Provincial Concepción, que a la sazón se funda en 1983. Don Emiliano es uno de los fundadores de esta nueva institución, quien le sucede en la presidencia a Juanito Gavidia en 1987 hasta 1989; y está presente en todos los consejos directivos, desempeñando la difícil secretaría de economía.
Pero su actitud más descollante se ve en 1993, cuando se tiene que dar la cuota inicial de cinco mil dólares para comprar este local; entonces, ante la especulación de que se podría perder esa primera entrega, Emiliano dijo: si se llegara a perder, yo repongo los cinco mil dólares. Con ese aval se procedió a la compra. En esa consideración, el consejo directivo del Club Provincial Concepción le otorgó a él y a Nocha Beoutis, la presidente del comité pro compara del local, la autorización para que ambos, en representación del Club, firmen la minuta y la escritura de compra venta de este bien. Dos personajes más, entre tantos otros, tienen mucho que ver en esta adquisición, me refiero a  Luciano Privat, que ubicó el lugar y arriesgó los bonos que se vendieron a 15 dólares cada uno, y Francisco Portocarrero, presidente en ese momento de la institución. Gracias Emiliano y felicitaciones.  
Muchas gracias.

Lima, 30 de noviembre del 2012.

CPP. Lope Yupanqui Callegari
Presidente del Consejo Directivo del
CLUB PROVINCIAL CONCEPCIÓN
1997 - 1999 y 2002 - 2004

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