A los 101 años murió
don Eduardo Mendoza
Gratitud es el sentimiento de estima a quien hace algún bien, y cuando
el bien es para un pueblo o para la nación, la gratitud se convierte en un
sentimiento colectivo, general. Concepción y la región central, particularmente,
deben expresar en estos momentos inmensa gratitud para el mayor Eduardo Mendoza
Meléndez por toda su esclarecedora obra histórica a favor de su pueblo y del
país. Esta revista, que siempre acogió con agrado sus señeros aportes, trata de
expresar en estas líneas lo que nos corresponde por haber sido el más ilustre
de nuestros colaboradores.
El
último 15 de marzo, a la edad de 101 años, falleció en la Capital el mayor Eduardo Néstor
Mendoza Meléndez. Este militar e historiador, que siempre será el referente
principal para conocer la historia y las costumbres del centro del país, nació
en la ciudad de Concepción, departamento de Junín, sus padres fueron don
Eduardo Mendoza Villafuerte y doña Margarita Meléndez Lazo. Hizo sus primeros
estudios en su tierra natal, la secundaria en el Colegio Nacional “Nuestra
Señora de Guadalupe” de Lima; en 1931, ingresó a la Escuela Militar de Chorrillos
de donde egresó con el grato de subteniente de Infantería, integrando la
promoción “Cahuide”.
En
1944 contrajo matrimonio con la señorita Zoila Beoutis Joffré, fruto de esta feliz
unión nacieron sus hijos Miguel Ángel, Martha, Flor de María y Zoila, más
varios sobrinos que vivieron bajo el afecto y protección paternal de Eduardo y
Zoila quienes, gracias a la rectitud del militar y la dulzura de la educadora,
lograron constituir un núcleo familiar muy sólido y ejemplar. En los últimos
años fuimos testigos de cuan positiva era la influencia de don Eduardo, lo que
se manifestaba en unas reuniones muy sobrias en las fechas clásicas, como los
cumpleaños por ejemplo, en las que se juntaba una numerosa familia compuesta
por papá y mamá, los hijos, nietos, yernos, nueras, primos, tíos y demás
colaterales y amigos, llegados algunos desde el extranjero, con la única
intención de expresar su cariño y mantener la unión familiar, valores
inculcados por los padres.
Destacado
como buen profesional, sirvió en el Ejército del Perú en las guarniciones de
Lima, Lambayeque, Tumbes, Arequipa, Huancané, Puno, Talara, Cusco y en todas las
fronteras del país, inclusive dos años en la Cordillera del Cóndor, en
el Cenepa y Alto Santiago, en el batallón “Callao” Nº 25.
Fue
condecorado por el Ejército con la Orden Militar de Ayacucho en los grados de
Caballero, Oficial y Comendador, por los servicios prestados durante 34 años
ininterrumpidamente; condecorado por la Orden de la Legión Mariscal Cáceres, en el
grado de Comendador, por haber escrito la obra histórica “La Campaña de la Breña ”; recibió la Medalla de Honor del
Concejo Provincial de Concepción, en gratitud por haber llevado a varios héroes
del pueblo a la Cripta
de los Héroes de la Guerra
del Pacífico y haber escrito la historia de las Heroínas Toledo en su libro “La Independencia ”;
medalla de honor del Colegio “Heroínas Toledo” del Callao, por haber publicado
la historia de sus patronas; distinguido por la Academia Argentina
de Historia por su incorporación como Académico; Miembro de Número del Centro
de Estudios Histórico Militares del Perú, institución que en 1981 le otorgó
premio especial por su obra “Historia de la Campaña de la Breña ” y distinción por su “Eficiente dedicación
al cultivo de la Historia ”;
Miembro de la
Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia ,
Vencedores del 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria , por haber publicado
el libro “La
Independencia ” que contiene la historia de héroes y próceres
y de las Heroínas Toledo.
En
1982 fue designado por el Centro de Estudios Histórico Militares del Perú para
representar a su presidente como miembro de la Comisión Nacional
de Celebraciones del Sesquicentenario del Natalicio del Mariscal Andrés Avelino
Cáceres. Fue llamado también para integrar la Comisión Permanente
de Historia del Ejército. Su principal obra, “La Campaña de la Breña ”, fue publicada en 1981
la primera edición, en 1983 la segunda, y en 1993 la tercera en dos tomos; en
1999 apareció su libro “La
Independencia ”; y en 2005, las “Memorias sobre la Resistencia de la Breña ” del Teniente Coronel
Ambrosio Salazar y Márquez.
Es
importante destacar su aporte al conocimiento histórico, porque “La Campaña de la Breña ” constituye un
documento esclarecedor de primer orden, basado en documentos oficiales,
escritos inéditos, testimonios de sobrevivientes de la Guerra con Chile y otras
personalidades, y una investigación bibliográfica especializada. Este libro fue
la principal guía de la Comisión Nacional
del Centenario de la Campaña
de la Breña ,
por eso fue llamado a integrar dicha Comisión, con la que realizó en 1982 el
recorrido que hizo el Héroe durante la Campaña de la Breña , desde Ayacucho hasta Huamachuco, en el
desarrollo de la
Contraofensiva del Ejército del Centro. Influyó también en la Comisión del Centenario
del Combate de Concepción que él presidió con éxito y, después, en la formación
del Club Provincial Concepción, en 1983. No es casual por eso que, desde
entonces, esta institución conmemora con gran civismo la gesta de Cáceres del 9
y 10 de julio de 1882, todos los años en el parque denominado “9 de Julio” de
San Borja.
Joven
aún, por los años 50, fue miembro del Comité Ejecutivo Pro Provincia de
Concepción, que presidió el Dr. Nemesio Rodríguez Arauco, cuya acción fue
decisiva para la creación de la
Provincia , el 30 de noviembre de 1951. Contribuyó en las
gestiones para la instalación del agua y desagüe en la ciudad y alrededores de
Concepción, en las gestiones ante el ministerio de Fomento y Obras Públicas
para la instalación de la planta de generación de energía eléctrica cerca del
puente Balsas, en la ampliación de los jirones 9 de Julio, Agricultura y
Bolognesi hasta la Alameda ,
la reparación de la cúpula de la iglesia matriz y otras.
Como
Presidente de la Comisión
del Centenario del Combate de Concepción contribuyó en la reconstrucción del
parque principal, llevó los fierros para el enrejado de los jardines del mismo,
hizo colocar en la alameda De los Héroes un mástil de fierro con pararrayos y
una bandera de izar de 10 X 5
metros , consiguió del Ejército Peruano la donación de la
efigie de cuerpo entero del Mariscal Andrés Avelino Cáceres para el Monumento
que en su honor se construyó en el óvalo de la avenida que lleva su nombre con la Carretera Central ,
hizo que se trasladaran a la
Cripta de los Héroes de la Guerra del Pacífico los restos de los héroes
Ambrosio Salazar y Márquez, Teodoro Peñaloza Arauco, Juan Enrique Valladares y
de la heroína Leonor Ordóñez y, finalmente, inició las gestiones para que las
heroínas Toledo y los mártires Paulino Monge y Bonifacio Pando fueran
reconocidos como Próceres de la Independencia , entre otras tantas obras de bien.
No
es poco, entonces, lo hecho por Don Eduardo Mendoza, quien en sus tertulias
siempre decía con satisfacción que todo lo hacía “por mi pueblo” demostrando,
con lo cual, su acendrado amor al terruño. Por todo lo dicho y otras virtudes inherentes
a su personalidad, don Eduardo, ferviente admirador del Mariscal Andrés Avelino
Cáceres y de Ambrosio Salazar, vivirá en el corazón de su pueblo, cuyas glorias
supo contar, y en el corazón de todos los peruanos.
CPP. Lope Yupanqui Callegari
Past Presidente del Club Departamental Junín
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