lunes, 21 de abril de 2014

La Casa concepcionina

La Casa Concepcionina

Con la asistencia del alcalde provincial de Concepción, Dr. Jesús Chipana Hurtado, como padrino de la placa correspondiente, el 10 de junio último, se inauguró el primer piso del nuevo local del Club Provincial Concepción. El momento era esperado desde el año 2004 en que se demolió la antigua casona para levantar una nuera estructura con proyección a cuatro pisos. La culminación del primer piso se debe, sin ninguna duda, al empeño de la presidente de la institución Prof. Lena Castro de Cano, secundada muy de cerca por las Sras. Adela Santiváñez de Martínez, Thelma Berríos de Portocarrero, María Soria de Santiváñez y los Srs. Wilfredo Cano Peralta e Ignacio Mesías Llanos, entre otros.
Padrinos de la bendición del local fueron además del Dr. Jesús Chipana y esposa, el exalcalde de Concepción Prof. Jesús Martínez Párraga y Sra. Adela Santiváñez de Martínez, el Prof. Wilfredo Cano con la Sra. Thelma de Portocarrero, el Dr. Tito Chuquillanqui Verástegui con la Srta. Alida Orjeda Túpac Yupanqui y el Sr. Raúl Torpoco y esposa. En esta ceremonia también se rindió homenaje a la Madre y Padre concepcioninos 2012, Prof. Rosa Robles de Pando y Prof. César Berríos Melgar, respectivamente.
Recordemos que la Casa Concepcionina, recién adquirida, se inauguró el 24 de abril de 1993, en una ceremonia llena de expectativas, porque al fin los concepcioninos tenían un local propio en la Capital. Padrinos del inmueble fueron el Gral. Alfonso Lozano Ponce y esposa Mirna Espinoza; del ambiente “9 de Julio”, el Sr. Juan Gavidia Durand con su esposa Inés Simonetti; del ambiente “Heroínas Toledo”, el Sr. Emilio Peña Ramos y esposa Yolanda Marroquín; y del ambiente “8 de Diciembre”, el Dr. Miguel Croce Palacios y su esposa Ernestina Portocarrero. La cita se vio realzada con la presencia del alcalde de Lince, Dr. Eduardo Mostajo Turner y su esposa Nelly Vallenas.
La intención de adquirir un local en Lima nació juntamente con la aparición del Club Provincial Concepción, pero la fecha en que se decidió fue el 15 de marzo de 1992, cuando en una asamblea general de concepcioninos se eligió el COMITÉ PRO COMPRA DE LA CASA CONCEPCIONINA, presidida por la Prof. Leonor Beoutis Ledesma e integrada por los ciudadanos Gilberto Orjeda Castro, Francisco Portocarrero, Luciano Privat Gonzales, Emiliano León Porras, Lope Yupanqui Callegari, Ana Almonacid de López, Tomás Iparraguirre Chávez, Olga Valladares de Morales, José Antonio Calderón Lozano y Roly Castro Malpica; y se acordó comprar una casa, contando como base los escasos recursos económicos del Club Provincial Concepción y de la Hermandad de la Santísima Virgen Inmaculada Concepción.
Días después don Luciano Privat, por iniciativa propia, entregó al comité unos talonarios, eran los óbolos valorizados en quince dólares cada uno, para ser vendidos y con el producto comprar el local, que él mismo ya había ubicado. Lo que siguió es una historia muy linda, llena de vicisitudes, pero lo que resalta es la generosidad y solidaridad de nuestros paisanos y amigos. La venta de los óbolos, a la par de la realización de otras actividades, fue un trabajo de hormiga, tocando puertas, encontrando siempre una respuesta positiva, no siempre claro está pero eso es irrelevante. Nocha era la líder, como presidente del Comité estaba en todas, incansable. Y cuando llegó el momento de dar la cuota inicial de CINCO MIL DOLARES, alguien dijo, “y si lo perdemos”, entonces el Cmte. Emiliano León Porras respondió, “si lo perdemos, yo repongo los cinco mil dólares”. Con esa garantía ya todo fue más fácil. El Club Provincial Concepción, en reconocimiento al trabajo y desprendimiento de ambos, les otorgó el poder para firmar las minutas y escrituras de compra venta, a nombre de la institución.
En la segunda parte de la concurrida ceremonia de inauguración, que desbordaba a la calle, la presidente del Comité Leonor Beoutis hizo entrega de las llaves y la Escritura Pública al presidente del Club Provincial Concepción, Dr. Francisco Portocarrero, y éste, a su vez, entregó simbólicamente dichos instrumentos al presidente del Club “3 de Marzo”, David Guerrero, quien recibió a nombre de la comunidad concepcionina, que para el efecto había viajado, con lo cual se daba a entender que la Casa Concepcionina no era de nadie, en particular, sino de todos los hijos de la provincia de Concepción, sin discriminación de ninguna especie.
Esta era la compra del 50 por ciento del bien. La totalidad del inmueble se terminó de adquirir durante la gestión del Prof. Gilberto Orjeda Castro, otro dirigente importante, en cuyo período se realizaron alegres reinados de belleza, haciendo participar a muchas familias, apuntando siempre a la cancelación de la deuda. Pero el personaje decisivo para este logro es, sin duda, Leonor Beoutis, quien al aceptar la presidencia del comité pro compra de la Casa Concepcionina aceptó el reto y, ante la duda de muchos que creían que era “el mismo cuento con el que toda la vida han pedido plata”, surgió el compromiso de honor de todos los miembros del comité de trabajar por encima de cualquier instancia hasta cumplir la misión. Y se cumplió. Una placa donada por el asociado Juan Almonacid Laureano registra los nombres de la susodicha comisión. Otro nombre que no debemos olvidar es el de nuestra guapeadora Hilda Almonacid, de cuántos aprietos económicos nos sacó.  
La compra de este local sirvió, además, para unificar a la familia concepcionina, porque hasta entonces muchos habían perdido ya la esperanza de tener local propio, se recordaba incluso a una institución cultural de larga data que había caído en desuso. La Casa Concepcionina comenzó de pronto a ser la sede de las dos instituciones representativas más importantes de la provincia, el Club Provincial Concepción y la Hermandad de la S. V. I. Concepción, y para muchos paisanos y amigos, un cálido lugar de reencuentro.
Enhorabuena, pues, que después de ocho años renazca la Casa Concepcionina en su nueva presentación, de estructura moderna y fino acabado. Toca ahora a la institución adecuarse a la Ley Nº 29363 de Clubes Departamentales, Provinciales y Distritales, para que pueda acogerse a los beneficios que la ley otorga, como la exoneración del impuesto predial y todo tipo de impuestos creados y por crearse, la facultad de intervenir en el presupuesto participativo y fiscalización del gobierno de la provincia y sus distritos; y no sólo eso, sino lo que es más importante apoyar en todo cuanto le sea posible en la ejecución de los proyectos de desarrollo de la provincia y en  la difusión de los valores culturales, históricos, turísticos, folklóricos, geográficos, sociales y todo cuanto beneficie a la provincia.
                                                                        
 Lima, 11 de junio del 2012.
 CPP. Lope Yupanqui Callegari
            Presidente del C. P. C. 1997-99 y 2002-04.

El aeropuerto de Jauja

El “Cielo del Capitán FAP José Abelardo Quiñones”
y el aeropuerto de Jauja

A propósito de la ley que declara al cielo peruano como “Cielo del Capitán José Abelardo Quiñones”, vamos a recordar un hermoso pasaje contado por Raymundo Hurtado Martínez, director de la revista “Aeropuerto”, de Mayo-Junio del 2007. Decía que al comenzar la década de los años 60, la ahora desaparecida Compañía de Aviación LANSA, que dirigía el empresario aerocomercial  Alfonso Pardo, realizó un histórico y espeluznante vuelo de prueba con un avión cuatrimotor, que unió Lima con Jauja. Fue la primera vez que un cuatrimotor aterrizó en Jauja.                   .

Aquel día, el gigantesco Constelattion despegó del entonces flamante aeropuerto internacional llamado Lima Callao, comandado por el piloto alemán Elmer Kiss, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, como copiloto el peruano Pablo Murillo y como pasajeros el presidente de LANSA, Alfonso Pardo, el gerente de operaciones Genaro Lara, y otro directivo de la empresa de apellido Bazo y el periodista Raymundo Hurtado. El vuelo duró treinta minutos, aterrizando el cuatrimotor a hélice en el aeropuerto de Jauja-Tambo, ante la general expectativa del pueblo y sus autoridades.

Pero antes de tocar tierra (recién ahora puede narrarlo, dice), don Alfonso Pardo, hombre soñador y visionario de la aviación comercial peruana, se levantó de su butaca, con una botella de wisky, invitó al periodista a acompañarlo a la cabina y ordenó al piloto, con estas palabras: “Oye gringo, vuela lo más bajo que puedas, quiero que los jaujinos sepan que LANSA está sobre sus cabezas”.El veterano piloto así lo hizo, y desde las ventanas del cuatrimotor veían abajo a la gente que “parecían cuyes espantados saliendo de sus cajones, creyendo que el avión se les venía encima”. Inmediatamente se escuchó un timbrazo, era la señal de alarma inminente, el alemán tuvo que aplicar con fuerza los alerones para ayudar a frenar. “Creo –dice- que la DGTA nunca se enteró de estos episodios”.

“De necesidad pública e interés nacional”

 Mediante el Decreto Supremo Nº 020-2011-MTC del 18 de mayo del 2011, el gobierno declaró al aeropuerto de Jauja, región Junín, de necesidad pública e interés nacional disponiendo, en consecuencia, su modernización, equipamiento e internacionalización. La estratégica ubicación del aeropuerto de Jauja –señala el dispositivo- lo convierte en el más idóneo para funcionar como alterno del aeropuerto internacional Jorge Chávez en la zona del centro del país.

El ministerio de Transportes y Comunicaciones considera que debiendo tenerse en cuenta que en caso de desastres naturales en la costa central del país, el aeropuerto de Jauja resultaría el medio más efectivo para hacer llegar la ayuda nacional e internacional a las principales ciudades de la costa central del Perú. Por otro lado, también advierte que los niveles del tráfico aéreo vienen incrementándose sostenidamente en el país, siendo una necesidad del sector aerocomercial contar con la infraestructura aeroportuaria que permita el movimiento seguro y ordenado de aeronaves, pasajeros y carga. La norma encarga a la Dirección General de Aeronáutica Civil del ministerio de Transportes y Comunicaciones la coordinación de los estudios y la adopción de las medidas necesarias para la implementación de lo señalado en el presente dispositivo.

Según ANDINA, la presidente encargada de la Cámara Nacional de Comercio, Producción y Servicios (PERUCÁMARAS), Yannina Traverso García, destacó la medida y manifestó que esta iniciativa podría marcar la pauta en el inicio de la modernización de la infraestructura en el centro del país; recordando que, actualmente la carretera Central es la única vía hacia el centro del país y cuando ésta es bloqueada por huaicos o cubierta por la nieve en la zona de Ticlio, no permite transitar desde y hacia Lima, impidiendo el intercambio comercial y el turismo.

Cuando se haya terminado con la modernización y equipamiento para dar un servicio que corresponda a una categoría internacional, entonces, el aeropuerto de Jauja será la base más importante de la futura Macro Región formada por los departamentos de Huancavelica, Junín y Pasco y los de Huánuco y Ucayali, principalmente, para el tráfico comercial, de pasajeros y de turismo desde y hacia la Capital, Lima, y otras ciudades. Esperamos que esta decisión del gobierno sea una realidad lo más pronto posible. La urgencia está totalmente justificada.

El aeropuerto de Jauja pudo haberse llamado LETICIA

La muerte de un movilizable en las faldas del cerro de Chocón, durante la preparación de cuadros que se había desatado en todos los pueblos del Perú debido al conflicto con Colombia fortaleció el patriotismo y comprendiendo que Jauja y la sierra central es un lugar estratégico surgió la idea de tener un campo de aterrizaje al que le llamarían LETICIA, en reconocimiento a esa parte de nuestra patria agredida por Colombia.

Los ciudadanos Toribia Becerra, María Lizárraga, Ricardina Silva, la familia Bardales y la comunidad de El Tambo donaron terrenos para el camp de aterrizaje que se ubicó donde actualmente se encuentran el cuartel del fuerte Cáceres y el estadio Monumental de Jauja; por entonces, el alcalde era el Dr. Max Cordero. Para la prueba del campo de aterrizaje fueron traídos de Lima seis aviones biplanos desamblados y trasladados por ferrocarril, cuatro se quedaron en Jauja y dos pasaron a Huancayo, porque también los huancaínos habían hecho otra pista de aterrizaje en el campo de Yauris. Ya estando listos los aviones debían partir con dirección a la frontera norte, los cuatro biplanos que salieron de Jauja no tuvieron dificultades y se elevaron majestuosamente, mientras que los dos de Huancayo no tuvieron igual suerte, uno casi se precipita al río Mantaro, por causas geográficas y meteorológicas.

El 27 de setiembre de 1948 se inauguró el campo de aterrizaje de Jauja, siendo los padrinos el Alcalde y la Sra. Julia Martínez de Cordero.
En 1962, el Dr. José García Frías, director del Sanatorio Olavegoya, informado por su hijo, que era amigo del aviador Cmte. Carlos Valderrama, de que éste veía la perspectiva de construir otro campo de aterrizaje más grande y mejor equipado por las inmejorables condiciones de Jauja, le comunicó la idea al alcalde Virgilio Reyes Vera y con el párroco Francisco Carlé Casset, los tres hicieron un llamado a la ciudadanía y a quienes afectaría el nuevo campo, entre estos estaban las familias Palacios, Madrid, Mateo, Núñez, Atanacio, Bardales, Ramírez, a los que se unieron Reinaldo Piana, Aguilar, Carlos Mandujano, iniciándose los trabajos sin escatimar esfuerzos, hombres, mujeres y niños pusieron el hombro.  

En el gobierno del Arq. Fernando Belaúnde Terry, el Gral. EP Rafael Hoyos Rubio, el alcalde de Jauja Dr. Otto Núñez, el Prof. Nicolás Martínez y el subprefecto Carlos Loayza se entrevistaron con el Presidente, consiguiendo la partida para la primera etapa del Aeropuerto Regional del Centro ubicado en Jauja.                                                          

                                                        CPP. Lope Yupanqui Callegari

Past Presidente del Club Departamental Junín

martes, 8 de abril de 2014

REVISTA "FOLKLORE"

Reconocimientos

A propósito del próximo XXIII Congreso Nacional y XII Congreso Internacional de Folklore “Roel Edgardo Tarazona Padilla”, a realizarse en esta Capital, del 05 al 09 de agosto del 2014, reproducimos una nota publicada en la revista “FOLKLORE”, Lima, junio y julio de 1953, Nº 30 p. 998, fundada por Florentino Gálvez Saavedra. La edición de este número estuvo a cargo de un comité de redacción formado por N. Saturnino Vara Cadillo, Edmundo Cornejo Ubillús, Nicanor de la Fuente, Guillermo Mercado, Alejandro Manco Campos y Octavio Hinostroza Figueroa. El corresponsal de Jauja era Pedro Rodríguez Meza y el de Huancayo, Sergio Quijada Jara. La intención es reconocer a cuántos folklorólogos y folkloristas que escriben en la Revista sobe temas de la materia y, sin duda, son ellos los que también impulsaron la edición de la revista “FOLKLORE”, la única por esos años, según se lee en el editorial, un esfuerzo extraordinario que es preciso que las organizaciones dedicadas a la investigación y difusión de las ciencias del folklore reconozcan y sigan ese valioso ejemplo. A continuación la nota:

“Honrosa Distinción al Dr. Víctor Castellares”

“El Centro Federado de Periodistas del Departamento de Junín, que preside Ángel Estefan Veladegut, con motivo de la celebración de las fiestas jubilares del Colegio Nacional Santa Isabel de la floreciente ciudad de Huancayo, en actuación extraordinaria otorgó la merecida distinción de “Amigo de los Periodistas”, al Dr. Víctor Castellares por haber donado el área de terreno para la Casa del Periodista, que en breve se edificará en la Urbanización de la Gran Unidad Escolar de Santa Isabel. Este gesto de filantropía ha de perdurar como una muestra elocuente para una de las ciudades más importantes del centro del Perú –Huancayo-. El local ha construirse ha de servir para el desarrollo del espíritu periodístico que continuamente está al servicio de los grandes intereses del pueblo.”

“… como hombre de reconocidas inquietudes sociales, ha dado un miraje al lar nativo y lo hace con el saludable propósito de que la infancia de Acobamba (Huancavelica) cuente con un local apto para la docencia pedagógica y en donde los educandos puedan perfeccionar su inteligencia; para ello ha donado la extensión de 10,000 m2 de terreno, en donde se edificará el local para una nueva Escuela Fiscal. De esta manera el Dr. Víctor Castellares, Gerente de la InmobiliariaLa Esperanza” C.O.S.C. deja una huella de reconocida trascendencia para bien de la cultura, la que en forma eficaz ha de contribuir a la educación de las presentes generaciones, cuyo saldo será en prestigio y prosperidad de la Patria.”

(N. de R.- En el terreno que donó Víctor Castellares en Hiancayo para la “Casa del Periodista”, funciona actualmente el Colegio de Periodistas de la Región Central del país que integra a los periodistas de los departamentos de Huancavelica, Junín, Pasco y Huánuco).

Ahora bien, yendo al contenido de la revista “FOLKLORE”, encontramos interesantes trabajos, como por ejemplo, un reportaje a Rosa Elvira Figueroa, a raíz de la inauguración de la “Primera Semana de Arte Popular Americano” realizada en Santiago de Chile; José Gálvez Barrenechea escribe sobre la Muliza; Luis E. Valcárcel, sobre Teatro y Folklore; Florencio de la Sierra, acerca de La Minga; Lizandro Luna, sobre Máscaras del Altiplano; Abraham Arias Larreta, Los Hombres de Color; P. Pawlik, La Amazonía Peruana; Armando Bazán, Primer Amor; M. Toribio Mejía Xesspe, Fuentes Etnológicas de las Antiguas Naciones Sora y Rukana; Pablo Uceda, Leyenda de Huacapongo; Tolomeo Castro Suárez, ¡Pampas Chaca, Símbolo!; César A. Ángeles Caballero,  Calendario Folklórico de la Provincia de Huaylas; R. S. Boggs, El Arte de Mentir Folklóricamente; Virgilio del Campo, Danzas de Haití; Vicente T. Mendoza, La Calandria; Augusto Raúl Cortázar, La Restauración del Pucará de Tilcara y los Estudios Folklóricos en el Norte Argentino; Carlos Lavín, La Soberanía Espiritual de los Atacameños; Rhazes Hernández López, El Joropo Danza Nacional; Alceu Maynard Araujo, Cururu; Miguel D. Saucedo, La Bruja María Cajones; Fermín Alfredo Anzalaz, La Alimentación Popular Argentina a Través de las Coplas; Alfredo Hernández Urbina, Martí, Apóstol de América, entre otros.

Lima, 07 de abril de 2014

C.P.P. Lope Yupanqui Callegari


lunes, 7 de abril de 2014

A los 101 años murió don Eduardo Mendoza

papa.jpgGratitud es el sentimiento de estima a quien hace algún bien, y cuando el bien es para un pueblo o para la nación, la gratitud se convierte en un sentimiento colectivo, general. Concepción y la región central, particularmente, deben expresar en estos momentos inmensa gratitud para el mayor Eduardo Mendoza Meléndez por toda su esclarecedora obra histórica a favor de su pueblo y del país. Esta revista, que siempre acogió con agrado sus señeros aportes, trata de expresar en estas líneas lo que nos corresponde por haber sido el más ilustre de nuestros colaboradores.

El último 15 de marzo, a la edad de 101 años, falleció en la Capital el mayor Eduardo Néstor Mendoza Meléndez. Este militar e historiador, que siempre será el referente principal para conocer la historia y las costumbres del centro del país, nació en la ciudad de Concepción, departamento de Junín, sus padres fueron don Eduardo Mendoza Villafuerte y doña Margarita Meléndez Lazo. Hizo sus primeros estudios en su tierra natal, la secundaria en el Colegio Nacional “Nuestra Señora de Guadalupe” de Lima; en 1931, ingresó a la Escuela Militar de Chorrillos de donde egresó con el grato de subteniente de Infantería, integrando la promoción “Cahuide”.

En 1944 contrajo matrimonio con la señorita Zoila Beoutis Joffré, fruto de esta feliz unión nacieron sus hijos Miguel Ángel, Martha, Flor de María y Zoila, más varios sobrinos que vivieron bajo el afecto y protección paternal de Eduardo y Zoila quienes, gracias a la rectitud del militar y la dulzura de la educadora, lograron constituir un núcleo familiar muy sólido y ejemplar. En los últimos años fuimos testigos de cuan positiva era la influencia de don Eduardo, lo que se manifestaba en unas reuniones muy sobrias en las fechas clásicas, como los cumpleaños por ejemplo, en las que se juntaba una numerosa familia compuesta por papá y mamá, los hijos, nietos, yernos, nueras, primos, tíos y demás colaterales y amigos, llegados algunos desde el extranjero, con la única intención de expresar su cariño y mantener la unión familiar, valores inculcados por los padres. 

Destacado como buen profesional, sirvió en el Ejército del Perú en las guarniciones de Lima, Lambayeque, Tumbes, Arequipa, Huancané, Puno, Talara, Cusco y en todas las fronteras del país, inclusive dos años en la Cordillera del Cóndor, en el Cenepa y Alto Santiago, en el batallón “Callao” Nº 25.

Fue condecorado por el Ejército con la Orden Militar de Ayacucho en los grados de Caballero, Oficial y Comendador, por los servicios prestados durante 34 años ininterrumpidamente; condecorado por la Orden de la Legión Mariscal Cáceres, en el grado de Comendador, por haber escrito la obra histórica “La Campaña de la Breña”; recibió la Medalla de Honor del Concejo Provincial de Concepción, en gratitud por haber llevado a varios héroes del pueblo a la Cripta de los Héroes de la Guerra del Pacífico y haber escrito la historia de las Heroínas Toledo en su libro “La Independencia”; medalla de honor del Colegio “Heroínas Toledo” del Callao, por haber publicado la historia de sus patronas; distinguido por la Academia Argentina de Historia por su incorporación como Académico; Miembro de Número del Centro de Estudios Histórico Militares del Perú, institución que en 1981 le otorgó premio especial por su obra “Historia de la Campaña de la Breña” y distinción por su “Eficiente dedicación al cultivo de la Historia”; Miembro de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores del 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria, por haber publicado el libro “La Independencia” que contiene la historia de héroes y próceres y de las Heroínas Toledo.

En 1982 fue designado por el Centro de Estudios Histórico Militares del Perú para representar a su presidente como miembro de la Comisión Nacional de Celebraciones del Sesquicentenario del Natalicio del Mariscal Andrés Avelino Cáceres. Fue llamado también para integrar la Comisión Permanente de Historia del Ejército. Su principal obra, “La Campaña de la Breña”, fue publicada en 1981 la primera edición, en 1983 la segunda, y en 1993 la tercera en dos tomos; en 1999 apareció su libro “La Independencia”; y en 2005, las “Memorias sobre la Resistencia de la Breña” del Teniente Coronel Ambrosio Salazar y Márquez.

Es importante destacar su aporte al conocimiento histórico, porque “La Campaña de la Breña” constituye un documento esclarecedor de primer orden, basado en documentos oficiales, escritos inéditos, testimonios de sobrevivientes de la Guerra con Chile y otras personalidades, y una investigación bibliográfica especializada. Este libro fue la principal guía de la Comisión Nacional del Centenario de la Campaña de la Breña, por eso fue llamado a integrar dicha Comisión, con la que realizó en 1982 el recorrido que hizo el Héroe durante la Campaña de la Breña, desde Ayacucho hasta Huamachuco, en el desarrollo de la Contraofensiva del Ejército del Centro. Influyó también en la Comisión del Centenario del Combate de Concepción que él presidió con éxito y, después, en la formación del Club Provincial Concepción, en 1983. No es casual por eso que, desde entonces, esta institución conmemora con gran civismo la gesta de Cáceres del 9 y 10 de julio de 1882, todos los años en el parque denominado “9 de Julio” de San Borja.

Joven aún, por los años 50, fue miembro del Comité Ejecutivo Pro Provincia de Concepción, que presidió el Dr. Nemesio Rodríguez Arauco, cuya acción fue decisiva para la creación de la Provincia, el 30 de noviembre de 1951. Contribuyó en las gestiones para la instalación del agua y desagüe en la ciudad y alrededores de Concepción, en las gestiones ante el ministerio de Fomento y Obras Públicas para la instalación de la planta de generación de energía eléctrica cerca del puente Balsas, en la ampliación de los jirones 9 de Julio, Agricultura y Bolognesi hasta la Alameda, la reparación de la cúpula de la iglesia matriz y otras.

Como Presidente de la Comisión del Centenario del Combate de Concepción contribuyó en la reconstrucción del parque principal, llevó los fierros para el enrejado de los jardines del mismo, hizo colocar en la alameda De los Héroes un mástil de fierro con pararrayos y una bandera de izar de 10 X 5 metros, consiguió del Ejército Peruano la donación de la efigie de cuerpo entero del Mariscal Andrés Avelino Cáceres para el Monumento que en su honor se construyó en el óvalo de la avenida que lleva su nombre con la Carretera Central, hizo que se trasladaran a la Cripta de los Héroes de la Guerra del Pacífico los restos de los héroes Ambrosio Salazar y Márquez, Teodoro Peñaloza Arauco, Juan Enrique Valladares y de la heroína Leonor Ordóñez y, finalmente, inició las gestiones para que las heroínas Toledo y los mártires Paulino Monge y Bonifacio Pando fueran reconocidos como Próceres de la Independencia, entre otras tantas obras de bien.

No es poco, entonces, lo hecho por Don Eduardo Mendoza, quien en sus tertulias siempre decía con satisfacción que todo lo hacía “por mi pueblo” demostrando, con lo cual, su acendrado amor al terruño. Por todo lo dicho y otras virtudes inherentes a su personalidad, don Eduardo, ferviente admirador del Mariscal Andrés Avelino Cáceres y de Ambrosio Salazar, vivirá en el corazón de su pueblo, cuyas glorias supo contar, y en el corazón de todos los peruanos.

CPP. Lope Yupanqui Callegari
Past Presidente del Club Departamental Junín



LUCIANO PRIVAT GONZALES

Pionero en la técnica de separación de colores, 
construyó una máquina de imprimir y escribió un libro

Pareciera que, con los adelantos de la época, los humanos estaríamos perdiendo los buenos sentimientos, es decir nos estaríamos volviendo insensibles al dolor, a la ternura, a la solidaridad, a la gratitud por la amistad o por las obras realizadas por alguien cercano a nosotros, y decimos “pareciera”, porque no creemos todavía en que se haya perdido el sentido de lo humano. Lo que queremos es llamar la atención acerca de un hecho insólito, cubierto de la mayor frialdad, durante las exequias de don Luciano Privat Gonzales. La manera correcta de despedir a un ser querido es brindándole un homenaje, oportunidad que sirve para agradecer y reconocer las bondades y merecimientos por todo lo que hizo en favor de los demás; en el caso que nos ocupa, pensamos que debió ser la comunidad concepcionina residente en Lima la llamada a no dejar en el olvido la trayectoria de un ciudadano tan conocido.     
     La vida de don Luciano Privat tiene interesantes facetas, dignas de recordarse. El Club Provincial Concepción, con sede en Lima, no podrá negar que don Luciano fue uno de los puntales en la adquisición de la Casa Concepcionina, porque él fue el director de debates de aquella sesión del 15 de marzo de 1992, que dio nacimiento al Comité pro compra del local. Días después fue él quien encontró el bien que luego se compró la primera parte con el producto de la venta de los óbolos valorizados en quince dólares cada uno, cuyos talonarios él, por propia iniciativa, mandó imprimir y entregó al comité para su distribución.
     Don Luciano Privat nació en Concepción. Estudió la primaria en la Escuela 505, luego viajó a Lima y en el Politécnico Salesianos aprendió las técnicas de la imprenta, al mismo tiempo estudió periodismo en la Escuela Latinoamericana de Argentina y electrónica en la National School de California, EE.UU. Estudió en la Escuela de Bellas Artes, donde fue alumno del pintor Sabogal. La pintura de Privat pertenece a la misma época de Hernán Ponce y Orestes García, también concepcioninos. En 1939 hizo una exposición de su pintura paisajista en el Campo de Marte, con el auspicio del alcalde de Lima Dibós Dammert. El diario “El Universal” se ocupó en primera plana del valor de esta exposición, destacando dos cuadros: “Concepción querido” y “Concepción aborrecido” y los paisajes del Valle del Mantaro.
     Trabajó como regente en la Imprenta Gil. En la Litografía Kent creó un sistema mediante el cual por primera vez en el Perú se separaba los colores a mano denominándose Linoliumgrafía. En Huancayo hizo una exposición de este novedoso arte, para entonces, obteniendo de la Municipalidad premios en diplomas y dinero. Luego recorrió el Perú haciendo facsímiles en jebe utilizando moldes y herramientas hechos por él mismo. Hombre creativo y de gran  imaginación, construyó su propia máquina de imprimir y retornó a su lar natal, instalando en Palia una imprenta denominada “El Cuco”, donde dio a luz en 1950 su periódico “Concepción”, luego se trasladó al jirón 9 de Julio con el nombre de Imprenta “Toledo”, allí publicó varios cancioneros con el nombre de “El zorzal” y “El chihuaco”. El 10 de enero de 1960 fundó conjuntamente con Raúil Tazza Cevallos dos diarios que tuvieron vida paralela durante cinco meses: “La Voz” de Concepción y “La Tarde” de Huancayo.
     En 1957 publicó en Huancayo un libro con el sugestivo nombre de “Llaves del destino”. Su contenido es un conjunto de frases y refranes, estructurado de manera paciente en base, principalmente, al saber y experiencia de un hombre de trabajo y de ingenio. La elección del nombre no es casual, obedece a una intencionalidad del autor, porque si el lector llegara a comprender el mensaje de cada pensamiento y lo pusiera en práctica habría encontrado, ciertamente, las llaves de su propio destino, porque en cada frase que contiene la obra, uno se encuentra ante una determinada circunstancia de la vida, constituyendo una valiosa enseñanza para responder con éxito en las más diversas ocasiones. En 1970 publicó la segunda edición de este libro y hacia el año 2002 se aprestaba a sacar una tercera edición corregida, aumentada y actualizada, pero parece que el tiempo le ganó. Sería bueno que los hijos, en homenaje a su diligente padre, completaran esta tarea.
     En Concepción fundó el club “Tres de Marzo” y fue su primer presidente y padrino de la colocación de la primera piedra para la construcción de su local. Fue presidente de la Asociación de panaderos, cuando se vendía el pan de anís desde Jauja hasta Huancayo. Según contaba don Luciano, esta Asociación, con su presidente a la cabeza, abrió la avenida que hoy lleva el nombre del Héroe de la Resistencia, Mariscal Andrés Avelino Cáceres, desde el jirón Bolognesi hasta la línea férrea, pese a la oposición de su propietario, el cura Villacrez, constituyendo un hito importante en el progreso del pueblo.




     Durante el primer gobierno de Manuel Prado trabajó en la imprenta de palacio de gobierno, gracias al enlace propiciado por don Ponciano Iporre Beltrán, otro gran concepcionino con quien el pueblo está en deuda. De esa experiencia, decía que el Presidente habiendo descubierto que Privat era un gran pintor y un gran tipógrafo le ofreció un viaje a Europa en donde podría consagrarse como artista, pero don Luciano no aceptó por no dejar sólo a su padre. En otra ocasión, recordaba, que don Manuel A. Odría no sabía cuáles eran los campos en que está dividido el Escudo Peruano, para quien los campos del Escudo estaban ocupados por una llama, un árbol y un cuerno; entonces, don Luciano se encargó de esclarecer que no es una llama, sino una vicuña, el árbol de la quina y una cornucopia derramando monedas, con lo cual se ganó la orden de preparar escudos para todas las dependencias oficiales del país: un contrato millonario.
     Don Luciano contrajo matrimonio con la concepcionina Elena Caballero. Fruto de esta unión nacieron sus hijos: Cleofé, Nelly, Vilma, Isabel, Elena, Rocío, Elizabeth, Carlos, Sergio, Jorge, Manuel y Oscar Privat Caballero. En Lima se estableció, primero, en Pueblo Libre, después en Barrios Altos y, finalmente, en Lince donde tuvo su imprenta con maquinaria moderna.

La foto es de 1995.

Lima, 10 de marzo del 2014.

CPP. Lope Yupanqui Callegari.