La gesta de
Ayacucho del 9 de diciembre de 1824 sucede a la victoria de Junín del 6
de agosto del mismo año. El 7 de aquel mes de diciembre, tanto el ejército
realista como el patriota se preparan para la batalla, tratando de ubicarse
mejor en el terreno. Los realistas se posesionan en las faldas del cerro
Condorcunca y los patriotas en la
Pampa de la
Quinua.
A las 9 de la mañana del 9 de
diciembre se inicia la Batalla ;
a la una de la tarde, cuando el virrey La Serna cae prisionero y herido, Canterac toma el
mando del ejército realista y convoca a consejo de guerra, comprobándose que la
batalla estaba siendo ganada por los patriotas y que había desbande en las
filas realistas. El Consejo de Guerra decide el repliegue del ejército realista,
pero las tropas ya no tienen fuerzas ni obedecen a sus jefes, produciéndose
rendiciones y huidas. Es que el golpe ya se había dado en Junín. El Mariscal don
José de La Mar
insta a la rendición de los realistas. Ante la situación calamitosa y ya sin tropas,
el general Canterac acepta la rendición, y llega la capitulación.
Hay que destacar que junto a las
fuerzas regulares del ejército patriota, sobresale la participación de los
MONTONEROS DE CARREÑO, quienes cortan el avance de las tropas de Valdés, cuando
las tropas La Mar
están en peligro.
Aquí se inmortalizan las palabras del
general Antonio José de Sucre, cuando dice: “¡Soldados!, de los esfuerzos de
hoy depende la suerte de América del Sur; otro día de gloria va a coronar
vuestra admirable constancia”, y al final de la batalla, se firma la llamada
Capitulación de Ayacucho.
Bolívar, que se encuentra en Lima, no
puede contener su alegría y ordena que sirvan champán para los que están presentes.
El retrato del Libertador Bolívar es paseado en procesión por toda la ciudad.
El Congreso del Perú reunido en sesión extraordinaria le concede al gran héroe
de la jornada, general Antonio José de Sucre, el título de Mariscal de Ayacucho
y Benemérito del Perú en Grado Eminente.
En la Pampa de la Quinua se sella la Independencia del
Perú y de toda América. En Ayacucho derraman su sangre peruanos, venezolanos,
colombianos, ecuatorianos, bolivianos, chilenos, argentinos, mexicanos y hasta
españoles que creen en la causa de la Independencia
Americana.
Sin embargo, el día feriado es el 8 de
diciembre. Saque sus conclusiones.
Lima, 9 de diciembre del 2016.
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