Carlos Kiya Umaki
Otro baluarte de la promoción “Edad de Oro Isabelina” 1956 fue, sin
duda, Carlos Kiya, hijo de Don José Kiya y Rosita Umaki, ambos naturales de
Japón, quienes vinieron al Perú a trabajar, en Lima primero se dedicaron al
comercio, luego a confeccionar uniformes, mamelucos y otros vestidos similares,
en la fábrica que instalaron. Cuando ya
habían logrado algún éxito recibieron información sobre Huancayo, en el sentido
de que era una ciudad comercial pujante y de gran porvenir, entusiasmados por
la noticia decidieron trasladarse a la “Incontrastable”, y no se equivocaron
porque al poco tiempo pusieron el Bazar Unión y luego abrieron la tienda de
confecciones Kiyatex y finalmente se animaron a incursionar en la industria
hotelera construyendo el Hotel Kiya.
Para esto Carlos ya era un joven que había estudiado la primaria en el
Colegio Salesianos de Huancayo, la secundaria en la Gran Unidad Escolar “Santa
Isabel” y en la Universidad Nacional del Centro se había graduado optando el
título de Administrador de Empresas y como tal se puso a trabajar con su padre
dándole empuje a la actividad hotelera, alcanzando el éxito deseado, que es
fruto del esfuerzo y el trabajo constante.
Su esposa Norma Galván Monzón de Kiya nos cuenta que Carlos tuvo un
primer compromiso del cual nacieron tres hijos: Mónica, Fernando y José
Antonio. Dice con nostalgia que Carlos era un hombre sumamente bueno, sencillo,
jovial, cariñoso, en fin, su ser atesoraba todas la virtudes de un hombre
ejemplar. Pero, lamentablemente, la muerte vino a truncar una brillante carrera
y a enlutar a sus seres queridos, y a sus amigos que compartieron sus ilusiones
e inquietudes juveniles en el glorioso Colegio “Santa Isabel”. Sus restos
descansan en el cementero “Jardines de la Paz” de La Molina.
Precisamente sus compañeros de la promoción 56 recuerdan su entusista
participación en los eventos organizados por sus condiscípulos, por ejemplo, en
1984, cuando una delegación de la promoción de la que él formó parte realizó un
viaje a Huancayo para celebrar el aniversario del Colegio; en 2006, cuando la
promoción, con motivo de celebrar sus “Bodas de Oro”, organizó diversas
actividades dirigidas a profesores y alumnos en el mismo Colegio; y el 2011,
cuando la comisión presidida por Eloy Zamudio, Prom. 1961, organizó un homenaje
a los profesores de los años del 50 al 68, trasladando a los que residían en
Lima hasta el “Santi”, donde recibieron el tributo de reconocimiento y gratitud
de quienes fueron sus alumnos. En todos estos momentos Carlos Kiya fue un
baluarte que sirvió de gran apoyo en Huancayo. Todos estos hechos nos impele, a
los que somos de la promoción, a recordarlo como a un hermano que supo dar la
mano cuando se trataba de su Alma Mater y de quienes moldearon nuestra conducta
y nos infundieron el espíritu isabelino.
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