viernes, 27 de noviembre de 2015

"Santa Isabel" en la Historia


“El Movimiento Estudiantil de 1928”

“Todavía no se han levantado las vallas que digan a la juventud de aquí no pasarás”/ “… queremos luz y no obstáculos que dificulten nuestro avance hacia el mejor de los mundos posibles…”  José María Arguedas 1928

El ex alumno isabelino Temístocles Bejarano narra en una crónica publicada en la revista “Anthropológica” (*) los pormenores del “Movimiento Estudiantil de 1828” que remeció los claustros del primer Colegio Nacional del Centro. La socióloga Carmen María Pinilla, dice en la Presentación: “Temístocles Bejarano fue compañero de José María Arguedas, de Jorge Prialé y de Leoncio Rojas en el Colegio Nacional Santa Isabel de Huancayo. Cuatro años antes de morir entregó a Jorge Prialé la crónica que ahora publicamos, seguramente con el propósito de recordar detalles del movimiento estudiantil que dirigió este último en 1928. Donde participaron activamente Arguedas, Rojas y el mismo Bejarano. Esta experiencia selló la amistad que a lo largo de la vida mantuvieron los cuatro compañeros.”

En 1928 era director del Colegio “Santa Isabel” el Dr. Antonio Guillermo Urrelo Novoa, joven profesional que había demostrado su vocación, habilidad administrativa y alta calidad humana, la admiración y aprecio del alumnado y ciudadanía eran evidentes. El año anterior había realizado con la participación de los profesores y alumnos el primer censo de población de Huancayo, por lo que las autoridades le expresaron su felicitación y agradecimiento. Por esta medición se supo que en el radio urbano habían 11,164 habitantes y un estimado de 24,000 en todo el distrito de Huancayo; sin embargo, la intromisión de la política en la administración educacional, desencadenó ese año en el Colegio una serie de arbitrariedades con el afán reeleccionista de la política de Leguía, lo que despertó en algunos alumnos el impulso de rebelarse, organizarse y protestar, y un medio eficaz para conseguirlo fue publicar la revista “Antorcha”.  

El 15 de marzo, día en que se iniciaba el año lectivo, se supo que habían nombrado un nuevo director. Otro hecho desagradable, la separación del profesor de Castellano Ramiro Prialé, que ejercía la docencia desde 1923 y gozaba del afecto del alumnado, en su reemplazo fue nombrado el Dr. Alejandro R. Vega. A la semana Prialé fue repuesto como profesor de Matemáticas. De Lima seguían llegando desalentadoras noticias y cancelación de muchos otros profesores, en la Dirección General de Enseñanza se cocinaban estos desaguisados por la desacertada política de quien ejercía la representación de la provincia en el Parlamento.

En “La Voz de Huancayo” se hacían campañas en favor del Dr. Urrelo, distinguidas personas levantaban su voz de protesta. En el espíritu pacífico del alumnado isabelino se fue incubando la idea de la organización combativa, Jorge Prialé Arancibia alumno del quinto año de media, pariente de los profesores Ramiro y Rodrigo Prialé, recorrió las distintas aulas y logró nuclear una representatividad de los cinco años de secundaria, Jorge Prialé, era un buen estudiante y muy querido por sus compañeros, Bejarano dice que irradiaba una pureza juvenil, bullía en su alma un ardoroso afán de triunfo, de justicia y libertad. Fue él quien encausó un auténtico movimiento estudiantil; no fue una insurrección ni un desorden anárquico, fue una rebeldía pacífica juvenil, llena de serenidad, sana y pura.

El ex alumno isabelino, Auxiliar de Inspectoría, Leonidas Gil Arroyo, informó a los profesores que el alumno Jorge Prialé pedía el salón de actos para una asamblea, Gil abogaba a favor de los alumnos y se ofrecía cuidar el orden. Jorge Prialé, en su discurso inaugural, expresó su protesta por el traslado del Director Urrelo, se refirió a la intromisión del caciquismo político que causa irreparable daño al estudiantado y desprestigia al Colegio Santa Isabel. Habló sobre la necesidad de organizar al alumnado en una entidad estudiantil y propuso crear la Federación Estudiantil Isabelina, con la finalidad de bregar por mejores docentes, que impartan óptima enseñanza y demandar por ayuda económica para los alumnos más necesitados. Al final estallaron en aplausos. El joven puso al descubierto sus cualidades morales, el espíritu isabelino audaz y franco. Otros alumnos hablaron también condenando la intromisión de la política en los colegios.

Luego de la asamblea se improvisó un desfile. La banda estaba dirigida por el profesor Gambarina, los alumnos que la componían sacaron los instrumentos y se inició la marcha recorriendo la ciudad por la calle Real. Se destacó como organizador del desfile al alumno Leoncio Rojas Izarra del tercero de media, quien daba las órdenes cuidando el buen comportamiento. Rojas era también magnífico alumno que jugó un papel importante en el movimiento estudiantil. En 1930 encabezó una huelga que le mereció la expulsión cuando cursaba el quinto de media. El desfile o más bien la marcha informal contó con la adhesión de la ciudadanía, la multitud aplaudía en señal de simpatía. La manifestación fue pacífica, no hubo gritos ni alborotos. Fue una de las primeras formas de protesta multitudinaria en la historia del Colegio Nacional “Santa Isabel”. Fue un acontecimiento memorable de un día otoñal de 1928.  

El director Urrelo había sido trasladado al Colegio “San José” de Jauja, y el Dr. Juan Francisco Franco, director de este plantel a la dirección de “Santa Isabel”. Los alumnos Jorge Prialé y Nicanor Coz del quinto de media viajaron a Jauja para tomar acuerdos con sus compañeros de esa ciudad e impedir la permuta. Ningún alumno del “San José” demostró interés, actitud que causó extrañeza, teniendo en cuenta que los sanjosefinos sí tenían tradición de huelgas como aquella narrada por el Dr. Manuel Espinoza Galarza en su bello “Relatos Referentes a Jauja”, T. I, 1958. Una huelga olvidada ocurrida en mayo de 1920. Prialé y Coz retornaron a Huancayo decepcionados. El desbaratamiento del plantel continuaba. El Dr Alejandro R. Vega no ejerció la enseñanza del curso de Castellano pues fue separado y en su lugar fue nombrado el Dr. Uldárico Parra de triste recordación. El profesor Ricardo Tello Devoto fue cancelado del curso de Inglés y destituido de su función de Secretario del Colegio.

“La tormenta incubada en Lima sigue llegando como chicotazos caciquiles, como si el Colegio fuese un coto feudal”. El profesor de Música Isidoro Gambarina, con más de doce años de docencia y muy querido por los alumnos y toda la sociedad de Huancayo, fue igualmente separado y en su reemplazo fue nombrado el Dr. Roque Urbani. Los meses marzo y abril de 1928 fueron trágicos. Los desatinos seguían, el profesor Mariano Kléscovich fue cancelado de los cursos de Ciencias Naturales y en su lugar fue nombrado el Sr. Enrique Hermoza, deficiente profesor. Indignado por este desbarajuste renunció el Ing. Miguel Zubiate distinguido profesor de Matemática. 

“Las causas de tanta calamidad… era comentario general que había sucia injerencia política. Eran tiempos del oncenio del gobierno de Augusto B. Leguía y del “perenne” diputado por Huancayo Dr. Augusto Peñaloza, quien hacía nombrar como profesores a sus amigos, protegía a determinado clan huanca en afán de acaparar puestos públicos.”

Federación Estudiantil Isabelina

La inquietud del alumnado dirigida por Jorge Prialé devino en la constitución de la “Federación Estudiantil Isabelina”. Transcurrían los primeros días de mayo y fue convocada una magna asamblea para elegir a los directivos y por unanimidad de la asamblea fueron elegidos Jorge Prialé, Presidente; José María Arguedas, Vicepresidente; Mario César Ráez, Secretario; Horacio Gutiérrez, Prosecretario; Nicanor Coz, Tesorero; Leoncio Rojas Izarra, Fiscal; Edgardo Vaccaro y Juan Pablo Mora, Vocales. En medio de grandes aplausos se instaló la Junta Directiva en el estrado del salón de actos y realizó su primera sesión pública. El flamante Presidente resaltó la imp9ortancia de la creación de la “Federación Estudiantil Isabelina”, anhelo ferviente desde generaciones anteriores lo que conlleva a darle vida fructífera manteniéndola con amor y firmeza. Eran sus objetivos: continuar con la brega por mejores docentes, desarrollar actividades culturales y editar un periódico que difundiera los sentimientos y las ideas del alumnado. La Federación tuvo destacada actuación durante 1928 en el ámbito del Colegio y de toda la Provincia. Una de las primeras fue la organización del Día de la Madre conjuntamente con el “Centro Social Deportivo” de Huancayo, la Escuela Normal de Mujeres y el Instituto Andino.

“Antorcha”

En las diversas aulas se discutieron sobre el nombre del periódico. Los del quinto año no querían cambiar el nombre de “Ondas Isabelinas” que se venía publicando desde 1916, Los alumnos del tercer año plantearon el nombre de “Antorcha” que en la asamblea triunfó ampliamente. El 1º de junio de 1928 salió a luz “ANTORCHA” como “Órgano de la Federación Estudiantil Isabelina”, publicación quincenal de ocho páginas, casi tamaño tabloide, su precio diez centavos. Jorge Prialé era el director, el alma del naciente vocero, en el editorial declaraba que “Antorcha” “… tiene en sus páginas el vibrar de corazones juveniles, ansiosos de vivir, que lleva en sí algo de almas jóvenes que siente con calor… sus ideas fuertes y vigorosas, que serán como luces que preludian una aurora que ya se avecina …” “ANTORCHA” promoverá ser lo que hemos querido que sea al ponerle este nombre que evoca la luz orientadora, será el fiel trasunto del sentir de una juventud que anhela decir lo que piensa.”

El Director del Colegio Dr. Juan Francisco Franco llamó a su despacho al alumno Jorge Prialé, presidente de la Federación y director de “Antorcha”, le manifestó su agrado y felicitación por el primer número de “Antorcha” y le advirtió con mucha cortesía que los docentes brindarán su asesoría. Prialé respondió altivo: “No queremos que la Dirección se mezcle en nuestros intereses periodísticos. El Director insistió en la necesidad de una sana orientación, el alumno replicó: “Somos responsables y capaces”. El Director sonrió y no insistió.

En “Antorcha” publicaron por primera vez sus escritos Jorge Prialé, José María Arguedas, Leoncio Rojas y otros alumnos que más tarde desarrollaron importantes tesis en el campo profesional. Es halagador que el gran novelista Arguedas, estando en el tercer año de secundaria, se iniciara en “Antorcha”. En julio de aquel año por dificultades económicas, después de editarse tres números, dejó de salir “Antorcha”, que se imprimía en la Imprenta de Gregorio Lazo Sánchez, donde se vendía la revista “Amauta” dirigida por José Carlos Mariátegui y que estos jóvenes leían y discutían. Luego siguió publicándose “Ondas Isabelinas”.

“1928 fue un año pobrísimo en calidad docente. Es triste recordarlo. Nada consiguió el alumnado en sus reclamos de separar a los malos profesores, nada obtuvieron los padres de familia en sus gestiones, nada logró la sociedad huancaína para impedir que perdiera lustre su primer centro del saber”.

“El desajuste profesoral fue hechura de parlamentarios. El diputado por la provincia de Jauja, el Dr. Jesús M. Salazar –“curco” Salazar- que acompañó a Leguía todo el período del oncenio, desempeñó encumbrados cargos en el Poder Ejecutivo, siendo Ministro de Gobierno en dos ocasiones… en 1928, se hallaba ausente de Lima, en misión oficial en el extranjero, circunstancia hábilmente aprovechada por el diputado de la provincia de Huancayo, quien también estuvo todo el oncenio del gobierno de Leguía, el Dr. Augusto Peñaloza…”

“La “Federación Estudiantil Isabelina” fue un bello ejemplo de organización, su junta directiva desarrolló un importante papel extra-educativo, tratando de elevar el bajo nivel cultural de la mayoría de los isabelinos… en gran proporción carentes de textos escolares… Los directivos del Movimiento Estudiantil realizaban amenas tertulias dentro del Colegio, en las calles y plazas de la ciudad y aún en sus domicilios.” Esta institución “salvó con su rebeldía la dignidad estudiantil de Huancayo”. (L.Y.C.)

(*) ANTHROPOLÓGICA/AÑO XXVII, Nº 27, diciembre de 2009, pp. 177 – 195.

    

2 comentarios:

  1. SIEMPRE LOS ISABELINOS A LA VANGUARDIA.
    CLARO EJEMPLO LOS ALUMNOS DE ESA EPOCA, PRINCIPALMENTE JOSE MARIA ARGUEDAS.

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  2. Santa Isabel es Huancayo, Huancayo es Santa Isabel no es solo una frase, es una filosofía de vida que asumimos con entereza quienes recibimos la sabia intelectual de preclaros maestros como Héctor Zegarra y Araujo, Sócrates Rojas Duran y Cia.

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